hacia la paz
Foto: AFP

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, tiene previsto llegar este jueves a La Habana para firmar con el ELN un acuerdo que permita avanzar «sin retroceso» hacia la paz, con un posible cese el fuego.

Petro presidirá la clausura de la tercera ronda de negociaciones entre el gobierno y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), que inició el 2 de mayo en La Habana.

«Mañana voy a Cuba, voy a firmar un papel que puede significar el comienzo sin retroceso de una era de paz en este país», anunció el mandatario durante una intervención el miércoles ante miles de simpatizantes en el centro de Bogotá.

El ministro de defensa, Iván Velásquez, dijo de su lado a medios colombianos que habló con sus compañeros del gobierno «sobre términos de cese el fuego».

«Esperamos que se pueda firmar», indicó Velásquez. El Ejército «hizo algunas observaciones que esperamos que hayan sido acogidas», añadió.

A finales de 2022, Petro, primer presidente de izquierda de Colombia y exguerrillero, impulsó este proceso que inició en noviembre en Venezuela y continuó en marzo en México.

El lunes, Petro publicó en su cuenta de Twitter la foto de una reunión con la «cúpula militar» y sus negociadores con la guerrilla. En el fondo de la imagen se apreciaba una diapositiva sobre un «acuerdo de cese el fuego bilateral» que iniciaría el jueves, pero la imagen fue eliminada de su cuenta minutos después y luego de que varios usuarios de esa red social se percataran del texto.

Cese temporal de hostilidades

Tras la reunión, el jefe negociador del ejecutivo, Otty Patiño, dijo a medios que el gobierno evalúa un cese de hostilidades «durante seis meses», sin precisar cuándo iniciaría la tregua.

El avance de estos diálogos se había estancado desde enero, cuando la guerrilla guevarista rechazó el cese el fuego bilateral de seis meses que el presidente había anunciado la víspera de Año Nuevo.

Los rebeldes argumentaron entonces que el cese no había sido acordado en la mesa de negociaciones y desde entonces las agresiones armadas entre las dos partes no han cesado.

Incluido un ataque a finales de marzo con armas largas y explosivos que dejó 10 militares muertos cerca de la frontera con Venezuela y que puso en la cuerda floja el proceso de negociación.

La visita de Petro a La Habana ocurre tres días después de que la Fiscalía de Colombia anunciara la suspensión de la orden de captura contra Antonio García, líder máximo de esta guerrilla fundada en 1964, bajo la inspiración de la revolución cubana.

Las negociaciones con ELN habían iniciado en 2018 en La Habana, durante el gobierno de Juan Manuel Santos (2010-2018), pero el proceso fue sepultado por su sucesor Iván Duque (2018-2022), tras el atentado con carro bomba contra una escuela de policía que dejó 22 muertos.

El ELN, que en 2022 tenía 5.850 combatientes según las autoridades colombianas, ha sostenido frustradas conversaciones con cinco gobiernos.

Desangrado por medio siglo de conflicto armado, Colombia ha intentado numerosas negociaciones de paz con los grupos armados, muchas de ellas fallidas.

Un histórico pacto negociado en La Habana en 2016 desarmó a la poderosa guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y la transformó en partido político.

La delegación del ELN regresó a La Habana, de donde salió en septiembre de 2022, tras la llegada de Petro al poder.

Su predecesor había reactivado en 2019, después del ataque contra la escuela de policía, las órdenes de captura contra los negociadores del grupo armado y exigió su extradición, lo que abonó para que el expresidente estadounidense Donald Trump incluyera a Cuba en la lista de Estados que patrocinan el terrorismo.

Gustavo Petro ha expresado su rechazo esta medida y la delegación del gobierno ha dicho que espera que el éxito en la negociación de paz con ELN contribuya para que la isla caribeña sea retirada de esta lista negra.


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