El presidente colombiano, Gustavo Petro, propuso al papa Francisco la celebración en el Vaticano de una ronda de negociaciones con el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
«Es posible que hagamos una ronda aquí (en el Vaticano), ya se hablará con el ELN. Pues parece que podamos construir un paso todavía mucho más profundo en la dejación de la violencia con un escenario como este, me parecería muy sugerente para toda la sociedad», explicó Petro a los medios a su salida de la reunión con el Papa.
Y agregó que «el Papa está de acuerdo en que demos pasos más profundos en los Acuerdos de Paz»
Petro dijo que «la Iglesia católica ha sido un gran apoyo en Colombia para todos los procesos de paz y lo es en este momento en relación con el proceso de paz con el ELN», de modo que ahora el Vaticano «puede ser el escenario de una ronda de negociaciones».
«A mí me interesaría mucho que la siguiente (ronda) o la que pueda establecerse con el ELN se pueda desabrigar aquí por muchas razones que tienen que ver con la historia», resaltó el mandatario en la plaza de San Pedro.
Durante la conversación con el Papa, también salió a relucir el movimiento católico de la Comunidad de San Egidio «con gran experiencia en procesos de paz en Centroamérica, en África y en también en Colombia» y que el presidente colombiano visitó la víspera, pero no reveló si formarían parte de esta negociación.
Además de las negociaciones de paz, Petro señaló que también trataron la crisis climática y puso el ejemplo de algunas islas del Pacífico «que se están hundiendo en este momento» y «se tienen que evacuar sus poblaciones ya prácticamente de urgencia»; hablaron asimismo de Nicaragua.
Destacó su coincidencia con el Papa «incluso desde el punto de vista político y no solo religioso», pues sus «encíclicas son inspiradoras, como la ‘Laudato si’ sobre la protección de la naturaleza, y también ‘Fratelli Tutti».
Esta última «prácticamente propone como nosotros defendemos en Colombia la salida de un régimen que llamamos neoliberal, que ha debilitado a los Estados, que ha entregado entonces las sociedades a controles mafiosos en toda América del Sur y que ha llenado América del Sur de desigualdad social».
En referencia a Nicaragua y el conflicto de aguas, Petro explicó que se «debe comenzar con una conversación entre los presidentes para lograr que la pesca artesanal no sea afectada» para después hablar de otros temas y señaló que también le gustaría «que en Nicaragua se llegase a una normalización de la actividad religiosa».
El presidente de Colombia se refirió además a su queja por el silencio del fiscal Francisco Barbosa por el acoso a su hija, Antonella Petro, durante unas vacaciones en Florida y aseguró que «son delitos ya repetitivo y sistemáticos» y «no es un hecho aislado, como pudo haberse entendido antes».
«Es repetitivo el hostigamiento cuando está mi hija en la calle o en cualquier lugar y eso es un delito; y si es un delito, entonces la competencia la tiene el fiscal», agregó.
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