El presidente de Colombia, Gustavo Petro, denunció este martes ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) el aumento de migrantes que huyen por el cambio climático en el mundo y la derrota que ese éxodo representa para la humanidad.
«Ha iniciado desde lejos, desde los rincones más alejados del planeta (…) una marcha silenciosa de gentes», dijo el primer mandatario izquierdista de su país en la sede de Naciones Unidas, en Nueva York.
En un discurso dirigido a los países ricos, Petro abogó por conservar el medioambiente y detener la crisis del cambio climático, que lleva hambre y sed a los pobres en naciones subdesarrolladas que pronto serán inhabitables.
La selva del Darién, que conecta a Colombia con Panamá, se ha convertido en un corredor de viajeros que buscan llegar a Estados Unidos, en su mayoría de Latinoamérica y el Caribe.
Más de 248.000 migrantes han cruzado este año ese territorio, cifra récord que supera los registros de todo 2022, según el gobierno panameño.
Números como esos retratan «la dimensión del fracaso de los gobiernos», señaló. «Este año que ha pasado ha sido un tiempo de derrota de los gobiernos, de derrota de la humanidad, ha crecido el éxodo de la fronteras», añadió.
Sin mencionar países específicos, el mandatario criticó medidas restrictivas para el paso de los migrantes.
En el poder desde agosto de 2022, Petro reclama que ha crecido el odio hacia el extranjero en países receptores de la migración.
«Han puesto perros galgos a correr detrás los migrantes, han puesto gentes a caballo a perseguir con látigos en la mano, con cepos y cadenas, han construido cárceles», remarcó.
Para remediar el daño ambiental que causa el extractivismo, el presidente propuso dejar el carbón y el petróleo debajo de la tierra.
Su principal iniciativa para salvar al planeta es conservar la selva Amazónica, víctima de deforestación para la ganadería y la siembra de hoja de coca, el principal componente de la cocaína, entre otras.