El senador Gustavo Petro se impone sin sorpresas con casi 80% de los votos en la consulta presidencial de la coalición Pacto Histórico, convirtiéndose así en aspirante a la Presidencia de Colombia por esa agrupación de izquierdas.
Con 45,45% de los votos escrutados, Petro arrasa en la consulta de la izquierda con más de 1,79 millones de votos (79,64%), mientras que la líder social Francia Márquez, otra de las caras más reconocidas de la coalición, se sitúa en segundo lugar con 14,72% y 332.000 votos.
En tercer lugar está Camilo Romero con 4,33% y más de 97.000 votos, seguido de Arelis Uriana con 0,91% y Alfredo Saade con 0,38%, según datos de la Registraduría Nacional, organizadora de los comicios.
Pese a que falta por escrutar un poco más de la mitad de los votos depositados hoy, la tendencia de Petro y la enorme ventaja que toma a sus rivales lo hacen inalcanzable en esta consulta, con lo cual disputará la Presidencia el próximo 29 de mayo como candidato del Pacto Histórico.
El resultado llega sin demasiadas sorpresas, después de que las encuestas de las últimas semanas no solo le dieran la victoria a Petro en la consulta de la izquierda, sino que lo sitúan a la cabeza de la carrera hacia la Casa de Nariño, que arrancará definitivamente este lunes.
«Gracias Colombia por el apoyo al Pacto Histórico. Hoy comienza el cambio, los quiero y las quiero mucho», indicó Petro, exalcalde de Bogotá, en un primer comentario en Twitter a medida que avanzaba el conteo de votos.
Esta es la tercera vez que Petro aspira a la Presidencia de Colombia, después de 2010, cuando se impuso Juan Manuel Santos, y de 2018 cuando fue derrotado en segunda vuelta por el actual presidente, Iván Duque.
Durante la última legislatura, Petro ocupó un escaño en el Senado, al que accedió por primera vez en 2006, y fundó el movimiento político Colombia Humana.
Este domingo los colombianos eligieron la nueva composición del Senado y de la Cámara de Representantes, así como a los aspirantes a la Presidencia de tres coaliciones de centro, izquierda y derecha, en una especie de primarias.
Los ciudadanos de las zonas rurales más golpeadas por el conflicto pudieron escoger además a los 16 representantes de las víctimas en la Cámara Baja, las llamadas «curules de paz».