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Pequeño, pero feroz y lento: El porqué del extremismo de Dorian

por Avatar AFP

Nacido como depresión tropical el 24 de agosto en el Atlántico, el huracán Dorian, que golpeó duramente a las Bahamas, es de un tamaño relativamente pequeño pero raro por su lentitud, una característica que extendió en el tiempo el sufrimiento del archipiélago.

Vientos récord 

Es el segundo huracán más violento del que se tenga registro. Está en igualdad con otros dos de 1988 y 2005 por la velocidad máxima alcanzada de sus vientos, con picos de 295 km/h registrados el domingo. El récord pertenece a Allen, que en 1980 alcanzó 305 km/h.

La velocidad máxima de los vientos es el principal criterio para categorizar a los huracanes, según la escala Saffir-Simpson, que va de 1 a 5. Aviones especiales estadounidenses miden esa variable varias veces por día.

Dorian bajó de categoría 5 a 2, pero esta escala es insuficiente para evaluar la peligrosidad de este relativo pequeño huracán.

«La información principal no es que la velocidad de los vientos haya disminuido. (…). El huracán aumentó de tamaño», advirtió el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.

Para tomar en cuenta la talla y la duración de un huracán, los meteorólogos estadounidenses calculan también «la energía acumulativa de los ciclones» (ACE): un huracán puede ser de una categoría más baja, pero si dura más provocará más daños.

Dorian estaba el martes en 34 unidades de ACE, según Phil Klotzbach, de la Colorado State University, lo que lo coloca por ahora en el puesto 12 por su condición energética entre las tormentas iniciadas en agosto, desde que se comenzó con las observaciones satelitales, en 1966.

Pero aún está en carrera, ya que se prevé que dure varios días más y está aumentando de tamaño.

Extrema lentitud, lluvias torrenciales 

Dorian permaneció estacionado sobre las Bahamas. Generó lluvias por casi un día, algo raro en un huracán. Un precedente notable es el de Harvey, que permaneció cuatro días sobre Texas en 2017.

60 cm de agua cayeron sobre Bahamas, de acuerdo con observaciones satelitales de la Nasa. El extremo noroccidental de este archipiélago debería recibir un total de 76 cm, según el Centro Nacional de Huracanes.

Se está lejos aún; sin embargo, de los 1,50 metros que Harvey hizo llover sobre el suroeste de Texas.

El martes, Dorian volvió a enfilar hacia Estados Unidos, pero se mueve lentamente, a 7 km/h, en vez de entre 15 y 25 km/h, la marca de la mayoría de los huracanes, apuntó Phil Klotzbach.

Recién el miércoles estaría llegando a las cercanías de Florida, y el jueves a los estados de Carolina del Norte y del Sur.

La primera preocupación de las autoridades no es que los vientos arranquen árboles o tejados sino que las olas empujadas hacia la costa por los vientos, un fenómeno conocido como «onda de tormenta», originen destrozos e inundaciones importantes en las costas.

En especial, si las olas coinciden con la marea alta, un caso en el que el agua podría alcanzar hasta dos metros de altura en franjas costeras del país.

Cambio climático 

El número de tormentas tropicales y de huracanes en el Atlántico Norte no se ha acrecentado en las últimas décadas, pero la intensidad de los huracanes tiende a ser mayor.

Dorian es el quinto huracán categoría 5 desde 2016. Ninguno alcanzó ese nivel entre 2008 y 2015, pero entre 2003 y 2007 hubo 8, entre ellos el Katrina, que devastó Nueva Orleans en 2005.

«Nuestros modelos climáticos prevén cada vez más huracanes de categoría 4 o 5 en la medida en que el clima se caliente», dijo a la AFP Kristy Dahl, de la Union of Concerned Scientists, una gran ONG estadounidense.

Los huracanes están experimentando cada vez más una «intensificación rápida» en un corto período de tiempo, y los científicos vinculan el fenómeno con el cambio climático causado por el hombre.

Así lo reveló un estudio realizado por investigadores federales estadounidenses publicado en la revista Nature en febrero, que identificó otra tendencia.

Dorian también se intensificó rápidamente no una sino dos veces durante este fin de semana.

«El porcentaje de huracanes en el Atlántico que han experimentado una rápida intensificación se ha triplicado desde la década de 1980, y no es algo que podamos explicar por la variabilidad natural del clima», dijo Dahl.