El Pentágono anunció que pondrá en marcha una serie de medidas al Ejército para hacer frente al extremismo en los estadounidenses después del asalto al Capitolio del 6 de enero.
Lloyd Austin, secretario de Defensa del gobierno de Joe Biden, ordenó a todas las ramas de las Fuerzas Armadas hacer un parón en un plazo de 60 días para debatir la amenaza que supone el supremacismo blanco y formas similares de extremismo, tal y como indicó el secretario de prensa del Pentágono, John Kirby.
Los incidentes del Capitolio «hicieron que el Departamento de Defensa abriera los ojos», expresó, antes de matizar que entre los asaltantes había miembros y antiguos miembros del Ejército.
Explicó que la orden fue anunciada durante un encuentro al que asistió también el presidente del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, el general Mark Milley. «No había nadie en la estancia que no estuviera de acuerdo con que existe un problema», dijo.
La orden tiene como objetivo impulsar a los líderes de las Fuerzas Armadas para que condenen el supremacismo blanco y el extremismo, que no tiene cabida en el Ejército.
De acuerdo con Kirby, aunque el Pentágono ha estudiado el asunto durante años y ha emitido directivas, el Departamento aún no entiende la profundidad del problema».