El vicepresidente estadounidense, Mike Pence, condenó este miércoles la violencia registrada durante el asalto al Capitolio y espetó a quienes protagonizaron la insurrección, todos ellos seguidores del presidente Donald Trump: «No han ganado».
Pence y el líder de la mayoría republicana en el Congreso, Mitch McConnell, pronunciaron sendos discursos de condena del asalto al Legislativo cuando ese órgano reanudó la sesión que había quedado interrumpida horas antes por el ataque, destinada a validar el resultado de las elecciones de noviembre.
«A quienes desataron hoy el caos en nuestro Capitolio: ustedes no han ganado. La violencia nunca gana. La libertad siempre gana. Y esta sigue siendo la casa del pueblo», dijo Pence, que ha gobernado durante cuatro años como «número dos» de Trump y ha sido una de sus figuras más leales.
«Condenamos la violencia que tuvo lugar aquí en los términos más fuertes posibles. Estamos de luto por la pérdida de vidas en este lugar sagrado, y las heridas que han sufrido los que defendieron hoy nuestro Capitolio», añadió.
Ratificación
El vicepresidente volvió al Congreso para presidir la sesión de ratificación de los resultados de las elecciones, horas después de haber desafiado a Trump, que le pedía arrogarse un poder que no le otorga la Constitución e impedir que se certificara lo votado por millones de estadounidenses en estados clave.
Pence aclaró que la Constitución no le permitía hacer eso, y poco después los seguidores del presidente se dirigieron luego al Capitolio y entraron por la fuerza en el edificio.
«Volvamos al trabajo», pidió Pence tras reanudarse la sesión, poco después de las 20.00 (01.00 GMT del jueves).
Justo después, McConnell, el republicano más poderoso del Congreso, sentenció que el Senado no se dejaría «intimidar» y que cumpliría «esta misma noche» su tarea de validar el resultado de las elecciones, establecida en la Constitución del país.
«Esta insurrección fallida solo subraya lo crucial que es para nuestra república la tarea que nos reúne aquí», afirmó el senador republicano.
«Completaremos el proceso de la forma correcta. Seguiremos nuestros precedentes, nuestras leyes y nuestra Constitución al pie de la letra, y certificaremos al ganador de las elecciones presidenciales de 2020», Joe Biden, agregó.
McConnell se había opuesto al intento de decenas de legisladores aliados de Trump de presentar objeciones al resultado en varios estados clave donde Biden se impuso al mandatario saliente.
El líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, describió como «terroristas domésticos» a los responsables del asalto y pidió que se les procese por sus delitos «sin ningún tipo de indulgencia».
«Este presidente merece una gran parte de la culpa. Esta turba fue en buena parte un resultado de los actos del presidente Trump», sentenció Schumer.
«Esto será una mancha en nuestro país, que no se borrará fácilmente. La última (muestra) del terrible e indeleble legado del presidente número 45 de Estados Unidos, sin duda el peor que hemos tenido», añadió.