La presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, la demócrata Nancy Pelosi, anunció este viernes que entregará la próxima semana al Senado los cargos para abrir un juicio político contra el jefe de Estado, Donald Trump, por presiones a Ucrania para su provecho electoral.
«He pedido al presidente del Comité Judicial (de la Cámara Baja), Jerry Nadler, que esté preparado para traer al hemiciclo la próxima semana una resolución para designar a los jefes (del juicio político) y transmitir los cargos políticos al Senado», dijo Pelosi en una carta dirigida a los demócratas, publicada este día por los medios de comunicación.
El pasado 18 de diciembre, la Cámara Baja, dominada por los progresistas, aprobó los cargos políticos de abuso de poder y obstrucción al Congreso contra Trump por haber presionado a Ucrania para que investigara a su rival político y ex vicepresidente Joe Biden, actual precandidato de los demócratas a las elecciones presidenciales de noviembre de este año.
El juicio político, cuya fecha todavía no se ha fijado, tiene que celebrarse en el Senado, de mayoría republicana. Sin embargo, puede comenzar hasta que la Cámara Baja nombre a los llamados «managers of impeachment» en inglés. Los «managers» son los miembros de esta cámara que harán de fiscales en el proceso de destitución.
El siguiente trámite tras la designación de los «jefes del juicio político» es que Pelosi entregue formalmente los cargos al Senado.
El retraso en la entrega de acusaciones
Hasta ahora la presidenta de la Cámara Baja ha retrasado la entrega de las acusaciones políticas contra Trump. Su argumento es que necesitaba conocer las normas que regirán el juicio político, que deberá establecer el Senado.
Los demócratas quieren que los senadores escuchen el testimonio de nuevos testigos en el caso para que el juicio político sea justo.
«El pueblo estadounidense ha expresado claramente su visión de que deberíamos tener un juicio (político) justo con testigos y documentos. Más de 70% del público declarando que el presidente debería dejar a sus principales asistentes que testifiquen», dijo Pelosi.
En ese sentido, opinó, «el líder (Mitch) McConnell no quiere presentar testigos ni documentos a los senadores y al pueblo estadounidense para que puedan hacer un juicio independiente sobre las acciones del presidente».
El martes, McConnell dijo que su partido tenía los votos necesarios para aprobar una resolución para fijar las reglas que regirán el juicio político. Indicó que podrían ser similares a las que hubo durante el proceso contra el ex presidente Bill Clinton.
El caso contra Trump, que tiene visos de acabar con un resultado favorable para él en el Senado por la mayoría republicana existente en esta cámara, se desencadenó por una queja de un informante de la Inteligencia del país, tras una llamada telefónica en julio del presidente con su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, en la que le presionó para que investigara a Biden y a su hijo Hunter.
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