El acuerdo entre el jefe del gobierno español en funciones, Pedro Sánchez, y el presidente catalán, el independentista Pere Aragonés, encarrila la investidura en España, al tiempo que levanta duras críticas en las formaciones de derecha.
Ambos alcanzaron anoche un pacto que incluye aprobar una ley de amnistía para los políticos catalanes condenados por el intento secesionista de 2017, algo que también exige el partido del expresidente catalán Carles Puigdemont -huido desde entonces en Bélgica-, cuyos votos son clave para que el socialista Sánchez sea investido presidente.
El acuerdo amplía la amnistía a asociaciones civiles independentistas catalanas, investigadas por supuestos delitos de terrorismo, lo que despertó el miércoles fuertes críticas de las formaciones de derecha.
El coordinador del conservador Partido Popular (PP), Elías Bendodo, aseguró que el independentismo «vende sus votos al precio que le da la gana porque Sánchez los va a comprar a cambio de conseguir su investidura».
Ocho vocales conservadores del Consejo General del Poder Judicial solicitaron el miércoles que se celebre un pleno extraordinario para abordar la amnistía, que consideran una «medida de abolición del Estado de derecho» que «violenta la Constitución».
En los comicios de julio en España, el partido más votado fue el conservador PP, con 137 escaños, mayoría insuficiente para formar gobierno, y ante la falta de apoyos de otros grupos -más allá del ultraderechista Vox-, Sánchez trata de reeditar el actual Ejecutivo de coalición con fuerzas de izquierda.
Los socialistas (PSOE), con 121 escaños, precisan el voto de 176 diputados de un Congreso de 350 para configurar un gobierno, algo que ahora parece más cerca.
PSOE y ERC «desbloquean los últimos detalles»
Según confirmaron anoche el PSOE y Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) en un comunicado conjunto, Sánchez y Aragonès «desbloquearon los últimos detalles» de la futura ley de amnistía y de un acuerdo para la investidura que también contendrá «cuestiones políticas y económicas» por desarrollar durante la legislatura.
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno desde 2018, tiene hasta el 27 de este mes para acudir a la investidura, y en caso de no lograr los votos necesarios se celebrarían nuevas elecciones generales en España el 14 de enero.