El Parlamento y el Senado argelinos se reunirán el martes para ratificar la renuncia forzada del presidente argelino, Abdelaziz Bouteflika, y poner en marcha de forma definitiva la transición.
Informó la prensa oficial que la decisión fue consensuada entre el presidente del Parlamento, Moad Bouchareb, y su colega del Senado, Abdelkader Bensalah, el hombre que asumirá de manera interina la jefatura del Estado.
La sesión se celebrará a las 9:00 am, pese a que el viernes cientos de miles de argelinos volvieron a salir a las calles de todo el país para exigir la caída del régimen por completo, incluidos el nuevo primer ministro, Nouredin Bedaui, y el jefe del Ejército, general Ahmed Gaïd Salah. También exigieron la salida del propio presidente del Senado y del responsable del Consejo Constitucional, Tayeb Belaiz, a quienes consideran parte del círculo de poder mafioso que durante años ha parasitado y manejado al mandatario.
Los congregados reclamaron una verdadera transición dirigida por hombres íntegros y propusieron los nombres del ex ministro de Comunicación y antiguo embajador en España, Abdelaziz Rehabi; el ex primer ministro Ahmed Benbitour y el activista de Derechos Humanos Mustafa Buchachi, uno de los líderes de la movilización.
La sesión del martes se celebrará sin la participación de los diputados del opositor Partido del Trabajo, dirigido por Louise Hanoun, que decidió renunciar a sus escaños para evitar participar así en lo que consideran un golpe de Estado. “El Comité Central rechaza cualquier participación en el golpe contra la revolución por parte de un Parlamento ilegítimo que quiere robarle al pueblo argelino el derecho a ejercer su plena soberanía”, afirmó.
Las protestas masivas arrancaron el pasado 22 de febrero con una exigencia clara: impedir la reelección para un quinto mandato consecutivo de Bouteflika, gravemente enfermo desde que en 2013 sufrió un agudo derrame cerebral. Conseguido el objetivo el 11 de marzo, el movimiento popular intensificó sus protestas para exigir también la caída del clan que se ha enriquecido a su lado durante los 20 años en que Bouteflika estuvo en el poder.
El presidente renunció a su cargo el martes, presionado por la calle pero también por el jefe del Ejército, que pidió con insistencia su inhabilitación y ahora se ha convertido en uno de los hombres más poderosos del país. Militar condecorado, Gaïd Salah fue designado en 2004 jefe del Ejercito y viceministro de Defensa por el propio Bouteflika, a quien defendió hasta hace dos semanas.
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