El Parlamento libio (este) pidió este miércoles a los embajadores de los Estados que apoyen los «crímenes» de Israel que abandonen «inmediatamente» el territorio y exigió el cese de las exportaciones de petróleo y gas en caso de que continúen los bombardeos contra la Franja de Gaza, que en 18 días consecutivos han matado a 6.546 personas, según fuentes palestinas.
En un comunicado, el portavoz del hemiciclo, Abdullah Belihaq, calificó la situación de «genocidio liderado por Estados Unidos y Occidente contra pueblos desarmados bajo bloqueo» y pidió a celebrar una sesión urgente de la Liga Árabe, las organizaciones islámicas y la Asamblea General de Naciones Unidas.
La Cámara, con sede en Tobruk, instó a detener la «campaña genocida de grupos sionistas» y rechazó el desplazamiento «cualquiera que sea su forma» de la población del enclave palestino con el apoyo, insistió, de Estados Unidos, el Reino Unido, Francia e Italia.
Tras el ataque del movimiento islamista palestino Hamás en suelo israelí el pasado 7 de octubre, el primer ministro del gobierno de Unidad Nacional (GUN), Abdelhamid Dbebiba, responsabilizó a «la ocupación israelí por las consecuencias de la reacción de la resistencia (palestina) a las incursiones en curso en la Mezquita de Al Aqsa (en Jerusalén Este ocupado)».
En agosto, el jefe del Ejecutivo, basado en Trípoli (oeste) y reconocido por la comunidad internacional, suspendió a la ministra de Exteriores, Najla Mangush, después de que saliera a la luz un encuentro en el extranjero con su homólogo israelí, Eli Cohen, lo que provocó multitudinarias protestas contra una posible normalización con Israel.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) informó hoy de que, desde el estallido de los bombardeos, 2.360 niños han muerto y otros 5.364 han resultado heridos, lo que se traduce en más de 400 muertes diarias.