El Congreso nicaragüense aprobó este martes el establecimiento de la condena de cadena perpetua para delitos atroces cometidos «en circunstancias de odio» mediante una reforma constitucional que deberá ser ratificada en 2021.
La iniciativa fue aprobada con el voto de 70 diputados del gobernante Frente Sandinista (FSLN, izquierda), más del 60% de los votos que requiere una reforma a la Constitución, y fue rechazada por 15 legisladores de la derecha liberal, indicó el presidente legislativo, Gustavo Porras.
La reforma reemplaza la pena máxima de 30 años que establece el artículo 37 de la Constitución.
Establece que «se impondrá la pena de prisión perpetua revisable para la persona condenada por delitos graves, cuando concurran circunstancias de odio, crueles, degradantes, humillantes e inhumanos, que por su impacto causen conmoción» social, señala el texto.
La oposición considera que la reforma tiene ribetes políticos debido a la insistencia del gobierno en calificar las críticas y las protestas de sus opositores como acciones de «odio».
«Víctimas en verdugos»
El diputado indígena Brooklyn Rivera expresó su preocupación de que la iniciativa, como la recién aprobada ley de ciberdelitos, que castiga las «noticias falsas» en medios y redes sociales, «criminalice» la defensa de los indígenas por sus tierras.
Esta reforma amenaza con convertir a «las victimas en verdugos» y a «criminalizar a los indígenas por defender las tierras de sus comunidades» denunció Rivera.
Por su parte, el diputado sandinista Carlos López argumentó durante los debates que la condena de por vida busca «evitar que se cometan delitos sanguinarios» y que envía un «mensaje de persuasión» a los delincuentes.
Según López, la cadena perpetua se aplicará a las personas que cometan crímenes graves contra niños, mujeres, ancianos y discapacitados, aunque tal explicación no está contenida en el texto aprobado.
Con esta reforma, que debe ser ratificada en el Congreso en 2021, Nicaragua se convertirá en el país con la legislación penal más rigurosa en Centroamérica, donde las condenas máximas varían entre 30 y 60 años de prisión.
Según historiadores, sería además la primera vez que Nicaragua adopta la cadena perpetua. En el pasado también existió la pena capital.
La iniciativa fue promovida el 22 de octubre por los diputados oficialistas.