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Parisinos lloran por el incendio de uno de los íconos de su paisaje urbano

por Avatar AFP

Las llamas arrasaban este lunes por la noche la emblemática catedral de Notre Dame de París, el monumento histórico más visitado de Europa, lo que sumió  al centro de la capital francesa en una espesa cortina de humo. El fuego se declaró a alrededor de las 18:50 (16H50 GMT), y se propagó rápidamente por toda la estructura superior del edificio de casi 1.000 años de antigüedad.

«París está desfigurada. La ciudad nunca volverá a ser como antes», lamentó Philippe, un francés de unos 30 años de edad, que se dirigió a Notre Dame luego de haber sido alertado sobre el incendio por un amigo. «Todo está siendo devorado por las llamas. No quedará nada de la estructura, que data del siglo XIX de un lado y del XIII del otro», dijo a la AFP el portavoz de la catedral, André Finot.

Inmensas llamas devoraron parte del techo del monumento gótico de la edad media, y emitieron un espeso humo amarillento que se propagó por varios kilómetros. Una misión estaba en curso «para intentar salvar todas las obras de arte» del monumento, indicó Emmanuel Grégorie, el adjunto a la alcaldesa de París, Anne Hidalgo.

Parisinos en lágrimas

Cientos de parisinos y turistas miraban consternados el siniestro desde las orillas del Sena, constató una periodista de la AFP. Muchos, incrédulos, tomaban fotos con sus teléfonos, mientras que otros no podían evitar derramar una lágrima. «¡Es una locura! No puedo creerlo, tengo ganas de llorar, todo el techo está en llamas», dijo a la AFP Nathalie, una francesa de 50 años.

«¡Es increíble! Parte de nuestra historia está desapareciendo», lamentó Benoît, de 42 años de edad, que detuvo su bicicleta al ver la columna de humo que se elevaba sobre el cielo. Una parte de la Isla de la Ciudad, un barrio en el corazón de la capital, estaba siendo evacuado para resguardar la seguridad de sus residentes. La policía de París pidió en un tuit a los parisinos que evitaran el sector y «dejaran paso a los vehículos de rescate». Persistentes ruidos de sirenas se escuchaban en el centro de la capital francesa.

Todos los canales de televisión y las redes sociales difunden las impresionantes imágenes de la catedral, que es parte del ADN de la capital francesa.