El Kremlin calificó de «inaceptables» y de «intromisión en los asuntos internos» rusos las nuevas sanciones adoptadas contra Rusia por Estados Unidos y la Unión Europea (UE) en relación al envenenamiento y encarcelamiento del líder opositor, Alexéi Navalny.
«No son otra cosa que una intromisión en los asuntos internos de Rusia», dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa telefónica diaria.
Peskov comentó así las sanciones contra siete funcionarios rusos, entre ellos el jefe del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB), Alexandr Bórtnikov, anunciadas el martes por Estados Unidos, que siguieron a las que adoptó la UE por el mismo motivo.
«En general, solo podemos lamentar que nuestros oponentes en este caso recurran a estos métodos, que tienen un efecto absolutamente destructivo para las relaciones bilaterales», subrayó.
Las nuevas sanciones estadounidenses son las primeras que adopta Washington desde que Joe Biden asumió la Presidencia de Estados Unidos el 20 de enero pasado.
Preguntado por el motivo del carácter puntual de las nuevas sanciones, que no afectan a la deuda soberana ni a grandes empresas de Rusia, Peskov replicó que no es asunto del Kremlin «explicar la motivación» de las mismas.
«Puntuales o no, nosotros consideramos absurdas estas decisiones que no tienen fundamento alguno», dijo Peskov, que añadió: «Y lo importante es que no tienen ni sentido ni efecto. Por lo que solo podemos expresar perplejidad».
Al referirse a los funcionarios sancionados, subrayó que las restricciones que se les han impuesto «replican de hecho aquellas que contemplan las leyes rusas para esas personas».
«No viajan al extranjero, no tienen derecho a abrir cuentas en bancos extranjeros ni a tener propiedades fuera del país», explicó el portavoz del Kremlin.
Calificó de «indignante» que Estados Unidos afirme que «con alto grado de probabilidad» el FSB estuvo detrás del «presunto envenenamiento» que sufrió Navalny en agosto pasado en la ciudad siberiana de Tomsk.
El portavoz subrayó que Rusia no renunciará al principio de la reciprocidad al responder a las nuevas sanciones.
«La respuesta será la que mejor sirva a nuestros propios intereses», señaló Peskov, sin dar más detalles.