El papa Francisco expresó dolor por la grave violencia, con muertos y heridos, que ha azotado a Nicaragua en los últimos días y que han sido cometidos, dijo, “por grupos armados para reprimir las protestas sociales”.
Luego de bendecir a más de 15.000 personas congregadas en la Plaza de San Pedro, con las cuales rezó la oración mariana del Ángelus asomado a una ventana del Palacio Apostólico, el Papa se unió a los llamados de paz de los obispos nicaragüenses.
“Rezo por las víctimas y sus familiares. La Iglesia está siempre por el diálogo, pero esto exige el empeño concreto de respetar la libertad y, ante todo, la vida. Rezo para que cese toda violencia y se aseguren las condiciones para la recuperación del diálogo lo antes posible”, indicó.
Apenas el día antes se dio a conocer el texto de una carta enviada por Jorge Mario Bergoglio al presidente Daniel Ortega, en respuesta a otra misiva enviada por el mandatario en la cual manifestó “su disponibilidad a dialogar y buscar el entendimiento entre todos”.
El pontífice aseguró que el “diálogo humilde y sincero es un buen medio para favorecer la paz y encontrar soluciones justas y solidarias a los problemas sociales”.
En la actual situación, llamó a la responsabilidad de los diversos sectores de la sociedad para rechazar “toda oscuridad y violencia, que contribuyen solo a multiplicar la división y el sufrimiento, de modo particular entre los pobres y vulnerables”.
“Acompaño con mis oraciones los esfuerzos de todos los actores sociales que se orientan a buscar el entendimiento y el bien común. Nunca es tarde para el perdón y la reconciliación”, agregó.
“Rezo para que se encuentren las rutas de justicia, diálogo y paz que lleven a vivir un clima de concordia y de respeto por la vida de todos y cada uno de los nicaragüenses, y que se puedan resolver las cuestiones abiertas de forma pacífica y responsable”, señaló.
Nicaragua vive desde hace ya casi 50 días una crisis sociopolítica, la más sangrienta desde los años ochenta, que ha dejado por lo menos 108 muertos y cerca de 1.000 heridos, según cifras del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos, Cenidh.