El papa Francisco instó a «sembrar reconciliación» en su última homilía antes de abandonar hoy Cuba y dijo en una misa en el santuario de la patrona de la isla que la Iglesia quiere «tender puentes» y «romper muros». Francisco añadió que los creyentes son invitados «generación tras generación» a renovar su fe, a vivir lo que denominó la «revolución de la ternura», en una misa en la basílica de la Virgen de la Caridad del Cobre a la que asistió el presidente cubano, Raúl Castro.