El papa Francisco destinó medio millón de dólares para que la Iglesia de México pueda seguir asistiendo a los migrantes que se encuentran bloqueados en ese país en su ruta hacia Estados Unidos. El dinero será distribuido en 26 proyectos de 16 diócesis y congregaciones religiosas en ese país.
La donación del pontífice, muy atento a la problemática que envuelve la inmigración, llega después de que la Iglesia mexicana pidió ayuda a la Santa Sede «para seguir dando alojamiento, comida y artículos de primera necesidad» a los inmigrantes.
«Gracias a estos proyectos, a la caridad y a la solidaridad cristiana, los obispos mexicanos esperan poder seguir ayudando a los hermanos y hermanas que migran», reza el comunicado de la Iglesia.
En el mismo se explica que en los últimos tiempos miles de inmigrantes, hombres, mujeres y niños, han llegado a México luego de recorrer miles de kilómetros cruzando países como Honduras, El Sálvador y Guatemala para huir de la pobreza y la violencia.
En 2018 accedieron a México 6 caravanas de inmigrantes, formadas por un total de 75.000 personas.
«Todas estas personas se han quedado bloqueadas al no poder entrar en Estados Unidos, sin casa ni medios. La Iglesia Católica acoge a miles de ellos en los albergues de las diócesis y de las congregaciones religiosas, dándoles lo necesario para vivir, como un techo y ropa», apunta el Vaticano.
La Santa Sede subraya que «la cobertura mediática sobre esta emergencia ha ido disminuyendo y como consecuencia se ha reducido también la ayuda a los inmigrantes por parte del gobierno y de los privados».