El papa Francisco pidió la organización de «corredores humanitarios» para socorrer a los migrantes «más necesitados», al reaccionar este domingo al bombardeo en Libia de un centro de detención que dejó el martes por la noche medio centenar de migrantes muertos.
«La comunidad internacional no puede tolerar hechos tan graves», aseguró el Papa tras la tradicional oración del Ángelus, en la plaza de San Pedro.