Las autoridades de Panamá reanudaron este miércoles el traslado de migrantes desde los albergues en Darién, frontera con Colombia, hasta otro cerca de los límites con Costa Rica, que había suspendido mientras se revisaban los autobuses tras el registro de dos accidentes, uno de los cuales dejó al menos 40 muertos.
El Servicio Nacional de Migración (SNM) informó que «luego de recibir información de la Autoridad del Tránsito y Trasporte Terrestre sobre las condiciones de los autobuses, se decidió que a partir de este miércoles se reanuda el Corredor Humanitario para el traslado de los migrantes desde la provincia del Darién hacia la provincia de Chiriquí a fin de que puedan continuar su ruta hacia los Estados Unidos».
El comunicado de la oficina de Migración no da detalles de los hallazgos durante la revisión de las unidades de transporte, al menos 60 de acuerdo con la información de la ATTT, que llevó a cabo la diligencia junto al personal de mecánica del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront), representantes de la Defensoría del Pueblo y del Ministerio de Seguridad, entre otros.
Las autoridad migratoria detalló que a partir de este miércoles los autobuses con migrantes saldrán a las 4:00 am desde el albergue de San Vicente, ubicado en la provincia de Darién, hasta el de Gualaca, en la provincia de Chiriquí, un trayecto de unos 680 kilómetros.
Y en esa ruta – donde ocurrieron los accidentes- «habrá puntos de revisión de la ATTT para ofrecer a los migrantes un traslado más supervisado y seguro en su paso de tránsito por Panamá», señaló el comunicado.
La ATT insistió que los «responsables» de mantener el transporte en óptimas condiciones son los propietarios, sin ofrecer detalles de lo hallado en la inspección.
Las autoridades panameñas anunciaron el pasado sábado la suspensión el traslado de migrantes luego que ese día se incendió un autobús en plena travesía, sin registro de heridos ni víctimas.
El pasado 15 de febrero un autobús con 66 migrantes se accidentó causando al 40 muertos y más de una veintena de heridos, siendo la peor tragedia de este tipo en Panamá.
Miles de migrantes irregulares de países de todo el mundo llegan a Panamá diariamente tras atravesar varios países suramericanos y la peligrosa selva del Darién, la frontera natural con Colombia, en su camino hacia Norteamérica en busca de mejores condiciones de vida.
El año pasado, 248.284 transeúntes cruzaron la jungla, una cifra inédita liderada por el éxodo venezolano que provocó una crisis migratoria en la región. Este año, la han atravesado 48.089 personas, la mayoría de ellos haitianos y ecuatorianos, según cifras oficiales difundidas este miércoles.
Panamá registra a los migrantes que cruzan la selva y les ofrece asistencia de salud y alimentación en albergues, ubicados en la provincia de Darién, donde hay presencia de organismos humanitarios. Tras ello, los migrantes son trasladados en autobuses, costeados por ellos mismos, hacia otra instalación en Chiriquí para que sigan su camino hacia Norteamérica.