Panamá entró este viernes en el período de reflexión para los comicios generales del domingo con las reformas institucionales, la lucha anticorrupción y el relanzamiento económico como las principales ofertas de los siete candidatos que se disputan la Presidencia.
La inédita campaña proselitista cerró el jueves a medianoche tras solo 60 días, cuando antes podía durar hasta 2 años, y con el gasto de los partidos restringido, todo gracias a una nueva ley aplicada por el Tribunal Electoral, que además estrenó una unidad de medios digitales para identificar y erradicar las noticias falsas.
La gran mayoría de la poca propaganda que se colocó en las calles de la capital panameña ya fue retirada, como constó Efe, y el ambiente es de tranquilidad en el país tras el fervor suscitado por los actos de cierre de campaña de los candidatos presidenciales en distintas modalidades a lo largo de la última semana.
Los rectores del ente de comicios han vuelto a garantizar la fiabilidad del sistema de votación y escrutinio y descartado cualquier posibilidad de fraude, entre otras razones porque 26.000 representantes del Tribunal Electoral y 86.000 de los partidos políticos estarán vigilando el proceso.
Se espera además una participación de alrededor de 80 % de los 2,7 millones de personas llamadas a las urnas, pues, en palabras del magistrado Heriberto Araúz, presidente del Tribunal Electoral, se ha notado «mucho entusiasmo en la ciudadanía por ejercer el sufragio».
Los votantes acudirán a las urnas con una oferta electoral homogénea de parte de los candidatos presidenciales en mente, que incluye una reforma constitucional para modernizar el Estado, medidas urgentes para reactivar una economía que llegó a crecer dos dígitos, y la lucha contra la corrupción que tantos escándalos ha provocado en los últimos años.
Los aspirantes presidenciales son los opositores Laurentino «Nito» Cortizo del Partido Revolucionario Democrático (PRD), Rómulo Roux de Cambio Democrático, el oficialista José Blandón y el independiente Ricardo Lombana, los de mayor opción de triunfo según los sondeos. También Saúl Méndez, del Frente Amplio por la Democracia (FAD), y los independientes Ana Matilde Gómez y Marco Ameglio, sin posibilidades de victoria según los estudios de opinión, que pudieron publicarse hasta el jueves.
Elecciones innovadoras
Panamá inaugurará una nueva tendencia en procesos electorales en Latinoamérica con relación a la era digital y al proceso de observación internacional de comicios, de acuerdo con uno de los magistrados supervisores de las elecciones del domingo próximo.
Alfredo Juncá, el miembro más joven del triunvirato que dirige el Tribunal Electoral, es el encargado de dirigir la estrategia digital del proceso electoral para contrarrestar los «hackers», «trolls», «boots», «call center» y sus «fake news» que quieren distorsionar el sufragio. «Claro que los hay», afirmó en una reunión con corresponsales extranjeros, al referirse a los especialistas en redes sociales que se han instalado en Panamá para intentar influir en la voluntad del votante con rumores y falsas informaciones.
Aunque no reveló nombres –se los está guardando para después de los comicios– sí especificó que la acción del Tribunal Electoral logró atajar siete centros de llamadas (call center), el primero de ellos instalado en el norte del Perú para hacer campaña a favor de un candidato y atacar a sus rivales. A estos comicios, los sextos desde el restablecimiento de la democracia en 1989, Panamá llega con el primer «Pacto Ético Digital» suscrito en el continente por candidatos y miles de organizaciones y ciudadanos.
Además, es el primer país en el mundo que creó una Unidad de Medios Digitales, a cargo del joven experto Francisco Morales, responsable de advertir y contener el mal uso de todos los medios que transcurren por Internet. Gracias al apoyo de los ciudadanos, en respeto al pacto ético, es que han llegado miles de alertas sobre la diseminación de «fake news» (noticias falsas) que, con el respaldo de los responsables de las redes sociales a nivel global, han logrado desmontar.
Juncá resaltó que «Twitter se ha convertido en un gran aliado, lo mismo tenemos el apoyo de Facebook, Instagram, cuyos equipos legales reciben de modo expedito» las denuncias que pone el Tribunal Electoral. Se da el caso que «antes nos demoraba tres semanas, ahora 10 minutos» la respuesta a las denuncias, y por allí mismo se va «tumbando» el mensaje, porque el Tribunal «cuenta ahora con un canal dedicado» que le permite un acceso expedito y preferencial a los equipos de seguridad de las redes sociales.
Panamá sufre del estigma de la corrupción, el clientelismo y la impunidad, problemas que se tornan temas de campaña y los siete candidatos prometen combatir y que el árbitro del proceso electoral está también persiguiendo con la ley, que en esta campaña ha sido la más restrictiva y controladora desde 1989. El magistrado dijo que su país «es el primero a nivel mundial que se someterá a la observación electoral internacional digital», gracias a la presencia de dos técnicos de alto nivel de la Organización de Estados Americanos (OEA), y a la participación remota del Observatorio de la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad Sergio Arboleda de Colombia.
«El gran reto es la aplicación Whatsapp», reconoció el representante del TE, quien recordó que el uso de esa plataforma fue el «gran causante de problemas en Brasil» por la desinformación que diseminó y lo difícil que es detectar a los responsables. Sobre todo le preocupa porque por primera vez más de 300.000 nuevos electores se suman a estos comicios, la mayoría jóvenes, fervientes usuarios de redes sociales.
Los panameños escogerán al nuevo presidente y vicepresidente, diputados de la Asamblea Nacional y Parlamento Centroamericano, alcaldes, representantes de corregimiento y concejales.