Las autoridades de Migración de Panamá, Costa Rica y Colombia dijeron este miércoles que gestionan una reunión con organismos internacionales, para que se agilice la entrega de los fondos que requiere con «urgencia» el primero de estos países para atender el problema de la migración irregular.
El asunto fue planteado en la segunda reunión técnica trilateral de los directores de Migración de Colombia, Costa Rica y Panamá, por cuyos territorios han transitado este año centenares de miles de migrantes irregulares, especialmente venezolanos, en su viaje hacia Estados Unidos.
El encuentro, celebrado de forma virtual este miércoles, concluyó con el pedido de que se gestione una reunión con los organismos internacionales que tienen que ver con el problema de la migración irregular antes de la primera semana de diciembre próximo, señalo un comunicado de la Cancillería panameña.
Esta reunión, de acuerdo con el comunicado, «será gestionada por los Estados Unidos, a fin de que se dé una canalización adecuada de los fondos que estos organismos internacionales deben destinar en apoyo a Panamá, principalmente, que requiere ayuda con carácter de urgencia para poder seguir haciendo frente a la situación».
La Subsecretaria Adjunta de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de los Estados Unidos, Emily Mendrala, indicó por su parte que se gestionará la reunión con organismos como la Organización Internacional para las Migraciones, y otros involucrados en el tema migratorio, según la información oficial.
Más de 210.000 migrantes irregulares en tránsito hacia Estados Unidos han ingresado a Panamá a través de la selva del Darién, la frontera con Colombia, en lo que va de año, y han sido recibidos en estaciones de recepción migratoria donde reciben alimentación y servicios sanitarios, en una operación humanitaria que ha involucrado más de 50 millones de dólares desde 2020, según datos oficiales.
Desalentar la migración irregular
«Fue una reunión productiva. Conjuntamente, podemos encontrar soluciones a un problema que no es solo de nuestros tres países», declaró Samira Gozaine, directora del Servicio Nacional de Migración de Panamá.
Gozaine reiteró el compromiso entre los tres países de trabajar para «desincentivar la migración irregular, y principalmente, el inédito flujo norte-sur».
Igualmente, Gozaine insistió ante sus pares en que la selva del Darién «no es una ruta migratoria», y que así debe darse a conocer para evitar que nuevos migrantes intenten cruzarla para llegar hasta Norteamérica.
La directora costarricense de Migración, Marlen Luna Alfaro, secundó la posición panameña, y reconoció que a Costa Rica le está siendo «muy difícil» controlar el flujo migratorio norte-sur hacia Panamá, indicó el comunicado sobre el encuentro virtual celebrado en la cancillería panameña.
Luego de que Estados Unidos anunció una nueva política migratoria para los venezolanos, que implica su expulsión automática a México si entregaron ilegalmente por tierra, muchos de estos viajeros han optado por regresar a Panamá con la falsa idea de que pueden obtener un boleto aéreo gratis hacia Venezuela, han denunciando las autoridades.
Es así que más de 4.000 migrantes venezolanos han retornado de forma voluntaria a Venezuela desde Panamá en las últimas semanas, dijo este miércoles Gozaine, últimos días, pagando ellos mismos sus pasajes y tras permanecer en un albergue abierto por la Misión Diplomática de Venezuela en la Ciudad de Panamá.
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