El gobierno de Panamá acusó este viernes a la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF), a la que ordenó suspender operaciones en el país, de ocultarle datos de migrantes que denunciaron violaciones sexuales en la inhóspita selva del Darién, en su ruta hacia Estados Unidos.
MSF informó el jueves que el gobierno panameño le obligó a suspender sus actividades humanitarias en el Darién, días después de que la ONG denunciara un «aumento de los ataques brutales y la violencia sexual en la selva» contra migrantes.
«En cuanto a los supuestos reportes de violencia sexual, MFS debe notificar, inmediatamente conocido el hecho, los datos de la persona a las autoridades locales» para abrir investigaciones, señaló el Ministerio de Salud en un comunicado.
El ministerio varias veces «le ha solicitado a MSF compartir el expediente completo de las supuestas víctimas de violencia sexual, pero estos informes han sido remitidos de manera incompleta», según el comunicado.
El ministerio «se encuentra evaluando» si MSF «ha cumplido con las normas establecidas en Panamá y estipuladas dentro del convenio de colaboración», dice el comunicado, que afirma que la ONG debió suspender sus operaciones porque terminó el convenio de colaboración suscrito por ambas partes.
El ministerio notificó «de manera formal» a MSF el 29 de febrero que debía suspender sus actividades «hasta que culmine la revisión y evaluación del convenio», añadió. La ONG dijo que fue notificada el 4 de marzo.
Agresiones sexuales en el Darién
Médicos Sin Fronteras alertó el 29 de febrero sobre el incremento en las violaciones sexuales y en la «brutalidad» que sufren a mano de bandas criminales muchos migrantes que cruzan el Darién, en la frontera entre Colombia y Panamá.
En solo una semana de febrero los equipos sanitarios de esta ONG atendieron a 113 personas, entre ellas 9 menores de edad, que sufrieron agresiones sexuales en la jungla, dijo entonces MSF, agregando que en enero habían sido 120 los casos.
Una cifra récord de más de 520.000 personas cruzaron esta peligrosa selva en 2023, de los cuales unos 120.000 fueron menores de edad, según datos oficiales panameños.
En dos meses de 2024, más de 72.000 personas atravesaron esta zona selvática, cantidad que supera las 50.000 del mismo período del año anterior.
Casi dos terceras partes de estos migrantes son venezolanos, seguidos de ecuatorianos, haitianos, colombianos y chinos.