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22 países expulsaron a 110 diplomáticos rusos por el caso del ex espía

por El Nacional El Nacional

Los gobiernos de Estados Unidos, Canadá, Albania, Noruega, Macedonia, Ucrania y 16 países de la Unión Europeaexpulsaron ayer de manera coordinada 110 diplomáticos rusos, varios de ellos acusados de espionaje, como respuesta al ataque químico contra un ex agente doble en el Reino Unido.

La reacción en bloque es una respuesta al ataque químico contra el ex espía Sergueï Skripal y su hija Yulia, ocurrido a inicios de marzo en Salisbury, Reino Unido, en un atentado que el gobierno británico atribuye a Rusia.

El paso más enérgico fue el de la Casa Blanca, que ordenó la expulsión de 60 diplomáticos rusos –incluido 12 que trabajan en la ONU–, a los que acusó de ser oficiales de inteligencia. Además, el presidente Donald Trump ordenó el cierre del Consulado de Rusia en la ciudad de Seattle, debido a su proximidad con la base de submarinos de Kitsap y de la base de la gigante aeronáutica Boeing.

Así, los 12 rusos que actúan en la representación ante la ONU y otros 48 destinados en Washington y Nueva York tienen ahora  una semana para abandonar el país.

Un alto funcionario declaró a la prensa en la Casa Blanca que la decisión significa la mayor expulsión de diplomáticos rusos de territorio estadounidense, incluida medidas similares cuando aún existía la Unión Soviética.

En diciembre de 2016, el gobierno del entonces presidente Barack Obama ordenó la expulsión de 35 funcionarios rusos por la alegada injerencia de Moscú en las elecciones presidenciales, realizadas ese año y en las que Trump resultó vencedor. En una nota oficial, la Casa Blanca apunta que la medida había sido tomada en conjunto con los aliados de la OTAN y asociados alrededor del mundo.

En Bulgaria, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, anunció: “De forma concertada, 16 países de la Unión Europea decidieron expulsar diplomáticos rusos”. Añadió que no descartan disposiciones adicionales.

En total, 16 países de la Unión Europea anunciaron expulsiones, por lo que 33 diplomáticos rusos deberán dejar sus funciones en esas naciones. Los retiros fueron informados casi simultáneamente en las diferentes capitales. Alemania citócuatro, al igual que Francia y Polonia. Lituania y República Checa, tres cada uno; España, Italia, Holanda y Dinamarca, dos cada país; Suecia, Letonia, Rumania, Croacia, Finlandia, Estonia y Hungría, uno cada uno.

Una fuente de la Cancillería francesa dijo que los cuatro diplomáticos expulsados son el agregado de Defensa, el jefe de la misión económica, el cónsul en Estrasburgo y uno de los cónsules de Marsella. Londres había ordenado el 20 de marzo el abandono del país a 23 funcionarios rusos, Moscú respondió retirando a 23 británicos.

Simultáneamente, el gobierno de Canadá anunció igual gesto contra 4 diplomáticos rusos, mientras que Ucrania informó sobre la orden de salida de 13 representantes diplomáticos. Noruega y Macedonia uno y Albania 2.

En Twitter, el canciller británico, Boris Jonson, celebró la acción y afirmó: “El gesto constituye el mayor movimiento de expulsiones de agentes rusos de la historia”.


Rusia: Es un gesto provocador

Moscú reaccionó enérgicamente a la expulsión de sus diplomáticos. En un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores, el gobierno ruso señala que la salida de numerosos de sus diplomáticos constituye un gesto provocador.

“Esta decisión inamistosa no quedará sin respuesta”, apuntó la Cancillería. “Los países que anunciaron la expulsión de diplomáticos se dejaron llevar por Londres sin ponerse a reflexionar sobre las circunstancias de lo que ha ocurrido”, agregó.

El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, reiteró que su gobierno no tuvo ninguna responsabilidad en el atentado contra Serguéi Skripal y su hija Yulia. «Lamentamos esta decisión que explican por el caso Skripal. Ya lo dijimos y lo repetimos: Rusia nunca tuvo y no tiene nada que ver en este caso», declaró.

Las autoridades británicas indicaron que el ataque fue hecho con el agente neurotóxico Novichok, creado en la década de 1980 por científicos soviéticos y revelado en 1990 por Vil Mirzayanov, un químico ruso refugiado en Estados Unidos.