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Otro avión venezolano investigado por Estados Unidos aterrizó en Buenos Aires

por Avatar GDA | La Nación | Argentina

Un avión venezolano sancionado por Estados Unidos aterrizó este jueves en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, en Buenos Aires y permaneció allí por espacio dos horas. Trasladaba a seis diplomáticos del régimen de Nicolás Maduro, según pudo saber La Nación.

La nave es un Embraer Lineage 1000, con matrícula YV3016, que pertenece a la aerolínea venezolana Conviasa, según confirmaron fuentes de la Administración Nacional de Aviación Civil (Anac). Su aterrizaje en Buenos Aires llamó la atención.

El Embraer Lineage 1000 de Conviasa integra el listado de aviones que tienen sanciones de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento de Tesoro de Estados Unidos.

El organismo estadounidense adoptó la decisión contra la nave en febrero de 2020. “El régimen de Maduro comandó aviones de Conviasa para promover su propia agenda política. Incluido el traslado de funcionarios del régimen a países como Corea del Norte, Cuba e Irán”, justificó en aquel momento.

Despegó desde Maiquetía

Según pudo reconstruir este medio, el avión despegó en la mañana de este jueves del aeropuerto de Maiquetía en Venezuela, tuvo una escala en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, y de allí voló hasta la Argentina. Estuvo poco tiempo. Emprendió el regreso a las 20:34 desde el aeropuerto de Ezeiza con destino nuevamente a Santa Cruz de la Sierra.

La visita de los seis diplomáticos está relacionada, según trascendió, a la realización de la próxima cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) que se celebrará en el país el 24 de enero. Los funcionarios pasaron los controles de Aduana y Migraciones, y no hallaron irregularidades en sus documentos.

Al tratarse de un avión de carácter oficial, no podrían practicarse sanciones o incluso llegar a la incautación dado que su status le otorga protección según tratados internacionales.

Este avión es el mismo que utilizó Evo Morales en 2020 -después de diez meses de asilo en la Argentina- para trasladarse a Venezuela. Morales se había asilado en el país en diciembre de 2019, después de la crisis institucional que provocó su salida del país. En octubre de 2020, el gobierno venezolano lo llevó a Caracas a abordo del mismo Embraer Lineage 1000.

El caso del avión iraní-venezolano

La llegada de la nave sancionada por Estados Unidos este jueves recuerda al episodio del avión iraní-venezolano de la empresa Emtrasur -controlada por Conviasa-; estuvo retenido en el país entre junio y octubre del año pasado. Esto ante la presunción de que sus integrantes pudieran estar ligados a actividades terroristas. Los últimos cinco tripulantes dejaron el país en octubre con autorización de la Justicia.

La tripulación del avión, formada por 14 venezolanos y cinco iraníes, había despertado sospechas cuando llegó al aeropuerto de Ezeiza el 6 de junio procedente de México. La empresa Emtrasur, que opera ese avión, es subsidiaria de Conviasa. Dos días después de su llegada al país, el avión viajó hacia Montevideo, pero le impidieron aterrizar y regresó a Buenos Aires. La situación motivó denuncias de la oposición.

Vista del Boeing 747-300 registrado con el número YV3531 de la aerolínea venezolana Emtrasur Cargo en el aeropuerto internacional de Córdoba, Argentina, el 6 de junio de 2022, luego de despegar hacia Buenos Aires. El avión transportaba componentes para automotrices y tenía14 tripulantes venezolanos y cinco iraníes. Sebastián Borsero – AFP

Sobre Gholamreza Ghasemi el piloto del avión

El piloto del avión, el iraní Gholamreza Ghasemi, fue el miembro de la tripulación que más dudas generó. Había llegado a ser investigado por supuestos vínculos con la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria Iraní y la organización terrorista Hezbollah. De hecho, se le atribuyó ser director de Fars Air Qeshm, un aerolínea iraní sospechada de asistir a esas organizaciones. Sin embargo, la Justicia no halló evidencia en su contra.

El juez federal de Lomas de Zamora Federico Villena dictó el 14 de octubre la falta de mérito; también autorizó la salida del país de los últimos cinco tripulantes -entre ellos Gholamreza Ghasemi- que permanecían retenidos. El magistrado entendió que no había pruebas firmes para procesarlos por el delito de financiar actividades terroristas ni por presunto espionaje. Resolvió la situación urgido tras el pedido de la Cámara Federal de La Plata. En septiembre había dispuesto esa misma medida para los otros 12 miembros el avión.

Si bien Villena dejó sin efecto el secuestro de la aeronave, el Boeing 747 de Emtrasur quedó embargado en la Argentina por pedido de la Justicia norteamericana. Ese avión, fabricado en los Estados Unidos está sujeto a decomiso debido a violaciones de las leyes de control de exportaciones de ese país. Mismas relacionadas con la transferencia no autorizada del avión a la aerolínea iraní civil Mahan Air. A su vez, la venta posterior de la nave por parte de los iraníes a la firma venezolana despertó interrogantes.

El capitán Gholamreza Ghasemi Twitter @IranIntl_En

Información de Washington

Washington -que aportó información en la causa- había puesto el foco también en la supuesta conexión del avión retenido con la aerolínea de carga iraní Fars Air Qeshm; que se vincula a Hezbollah. De hecho, la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) señaló en un informe que hubo viajes de Teherán a Siria por parte de una nave que sostuvo logísticamente a la organización definida como terrorista.

“Fars Air Qeshm opera vuelos entre Irán y Siria de forma regular. Como parte de los esfuerzos realizados por Irán y la Fuerza Quds para equipar a Hezbollah con armas, componentes militares avanzados y las armas están siendo contrabandeadas desde Irán a Hezbollah en el Líbano, utilizando vuelos civiles de Teherán a Damasco. Se sabe que un avión que pertenece a Fars Air Qeshm ha transferido equipos de Irán a Hezbollah en Líbano utilizando la ruta entre Teherán y Beirut”, había indicado el FBI en su informe en la causa.

Conviasa toma el control

Como publicó La Nación, la empresa controlante de Emtrasur, Conviasa, pagó 8 millones de euros por el Boeing 747 con la matrícula YV-3531. La operación se efectivizó en julio de 2021, cuando le giró los fondos a “Lance Tech”, una compañía ubicada en Dubai, Emiratos Árabes Unidos, que en teoría se desempeña en la industria del turismo.

Según reconstruyó el FBI, Conviasa recién recibió la custodia y tomó el control de la aeronave tres meses después, en octubre de 2021, con la previsión explícita de que “asistencia técnica y mecánica” sería provista por la Organización de Aviación Civil de la República Islámica de Irán.

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