El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, afirmó el lunes que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, está intentando utilizar el invierno como arma de guerra contra Ucrania, tras los ataques de las últimas semanas sobre infraestructuras energéticas.
«Lo que vemos es que el presidente Putin está intentando destruir el sistema eléctrico, la infraestructura de gas y los servicios básicos para la población ucraniana y, al hacer eso cuando entramos en el invierno, demuestra que el presidente Putin está ahora intentando utilizar el invierno como un arma de guerra contra Ucrania y esto es horrible», declaró el político.
Stoltenberg se pronunció así durante una rueda de prensa junto al presidente de Rumanía, Klaus Iohannis, con quien se reunió en Bucarest, un día antes de que comience en esa misma ciudad un encuentro de los ministros de Exteriores de la OTAN.
El secretario general dijo que se debe «estar preparado para más ataques» contra Ucrania.
«Esa es la razón por la que los aliados de la OTAN han aumentado su apoyo a Ucrania, también con sistemas adicionales de defensa aérea. Los aliados están proporcionando sistemas avanzados de defensa aérea y diferentes sistemas que pueden abordar las amenazas que representan diferentes tipos de drones, pero también los misiles de crucero y balísticos», comentó.
Confió en que uno de los mensajes de la cita ministerial en Bucarest sea la necesidad de aumentar más el suministro de sistemas de defensa aérea, piezas de recambio, entrenamiento y munición a los diferentes sistemas de defensa aérea que tiene Ucrania.
También recalcó que invertir en defensa es esencial en un momento en el que se afronta la mayor crisis de seguridad en una generación y subrayó que la OTAN hará lo que sea necesario para proteger y defender a todos los aliados.
«No podemos dejar que Putin gane. Esto mostraría a los líderes autoritarios alrededor del mundo que pueden lograr sus objetivos usando la fuerza militar y haría el mundo un lugar más peligroso para todos nosotros, así que va en nuestro propio interés de seguridad apoyar a Ucrania», aseveró.
Reconoció que el único modo de conseguir un resultado en la guerra «que garantice que Ucrania prevalezca como una nación soberana e independiente es fortalecer su posición sobre el campo de batalla».
Añadió que lo más probable es que el conflicto termine en algún momento en la mesa de negociación.
«Pero el resultado de esas negociaciones dependerá por completo de la situación en el campo de batalla», constató.
Sobre la entrada de Finlandia y Suecia en la OTAN, una medida que aún deben confirmar Turquía y Hungría, Stoltenberg confió en que todos los aliados ratifiquen que los dos países nórdicos se conviertan en miembros de la Alianza.
Por su parte, el presidente de Rumanía pidió que se concrete lo más rápido posible la decisión tomada en la cumbre de Madrid de junio por la OTAN de declarar la región del Mar Negro zona de interés estratégico, y pidió que se prepare una estrategia para hacer frente a un posible ataque a territorio de la OTAN.
“Se necesitan planes muy concretos para que, en caso de un ataque, se sepa de manera muy exacta quién enviará tropas, qué tropas y dónde las enviará”, declaró Iohannis.
“No podemos dejar estas decisiones para el último momento y que nos tome por sorpresa”, remachó el líder rumano.
Iohannis aplaudió los esfuerzos de la OTAN para reforzar su capacidad de defensa y disuasión en Rumanía desde que comenzó la invasión rusa a gran escala de Ucrania, y recordó que en la actualidad hay unos 5.000 militares aliados en suelo rumano.
Sin embargo, el jefe del Estado rumano afirmó que esta presencia reforzada no es suficiente y se necesita también que se posicione más equipamiento militar en esta región cercana a las zonas de conflicto de Ucrania.
Iohannis expresó, asimismo, que Bucarest trabaja junto a Francia para operacionalizar lo más rápido posible el grupo de combate establecido en mayo por la Alianza en Rumanía bajo mando francés.