El martes el presidente Joe Biden, tras una orden Ejecutiva, abrió el camino para sancionar a los gobiernos que detengan arbitrariamente a estadounidenses, para ser utilizados como moneda de cambio y consideró que en Venezuela el riesgo es alto.
Biden firmó un decreto para regresar a su país a los estadounidenses secuestrados o detenidos arbitrariamente en el extranjero. Implica mejorar el apoyo a sus familias y autoriza imponer sanciones financieras a aquellos que estén implicados.
Se trata, por ejemplo, de que miembros del gobierno compartan información relevante, incluidos datos de inteligencia, con las familias sobre cómo se encuentra su allegado y los esfuerzos para garantizar su liberación o regreso, algo que ya podía hacer en la actualidad.
La orden Ejecutiva viene con un nuevo indicador llamado «D» para los países con alto riesgo de que los gobiernos detengan a estadounidenses. En la lista Venezuela está en el primer lugar, seguido de Rusia, China, Irán, Corea del Norte y Birmania.
«Este indicador de riesgo adicional pondrá de relieve el elevado riesgo al que se enfrentan los estadounidenses en determinados países y proporcionará a los estadounidenses información exhaustiva sobre seguridad y protección con la que podrán tomar decisiones de viaje con conocimiento de causa», dijo un alto funcionario del gobierno de Biden, reseñado por Primer Informe.
Estadounidenses presos en Venezuela
El decreto presidencial del gobierno de Biden se produce en un momento crítico para los estadounidenses detenidos en países como Venezuela, que como se mencionó anteriormente está en la lista de las naciones con alto riesgo de encarcelar a americanos que visiten la República.
El nuevo mandato de la Casa Blanca, de hecho, se produce justo después de la reciente visita de una delegación de altos funcionarios americanos del gobierno de Biden, encabezada por el encargado de Asuntos de Rehenes, Roger Carstens, quien visitó al estadounidense John Matthew Heath en el Hospital Militar, en Caracas. Luego de que este tratara de suicidarse en la cárcel donde está retenido.
Al veterano de la Marina de EE UU lo arrestaron en septiembre de 2020 en Venezuela y en junio de 2022 intentó quitarse la vida. Hace dos años la justicia venezolana lo procesó por terrorismo, lo acusó de planear ataques contra instalaciones petroleras y eléctricas.
Heath, de 40 años de edad, piensa que lo detuvieron y torturaron solo por tener la nacionalidad estadounidense. Para el Departamento de Estado norteamericano, el ciudadano ha estado detenido injustamente.
El enviado presidencial especial para Asuntos de Rehenes, Roger Carstens, y el embajador Jimmy Story viajaron a Caracas a finales de junio para conversar sobre el bienestar y la seguridad de los ciudadanos estadounidenses en Venezuela, pero en está última visita ninguno de los americanos presos fueron puestos en libertad.
El exmarine estadounidense Matthew Heath. Foto: Archivo
Estadounidenses atraídos por venezolanas
Según Primer Informe, en Venezuela hay entre 20 y 30 ciudadanos estadounidenses encarcelados. De los casos conocidos están los cinco ejecutivos de Citgo, Airan Berry, Luke Denman y John Matthew Heath, este último sometido a terribles torturas por agentes de la Dgcim, como la llamada «Caja de Muñecas».
Más recientemente el periodista estadounidense John Sweeney, quien es experto en geopolítica, energía y seguridad, reveló en un hilo que publicó en Twitter, que los estadounidenses presos en Venezuela fueron atrapados, en su mayoría, «por agentes del gobierno de Maduro en Colombia, Panamá y otros países cercanos».
«Conozco personalmente dos casos de jóvenes estadounidenses atraídos a Venezuela por mujeres venezolanas (…) Las envían a países cercanos para encontrar y seducir a hombres americanos a quienes posteriormente los ‘invitan’ a acompañar a las mujeres de vuelta a Venezuela para más ‘romance’. Cuando cruzan la frontera los detienen inmediatamente y los entregan a la Dgcim», alertó el periodista el 8 de julio.
De hecho, el propio Departamento de Estado de EE UU, confirmó además la detención de otros tres estadounidenses este año. La justicia venezolana los acusa de ingresar ilegalmente a Venezuela y de otros delitos no especificados.
Luego de que Biden diera a conocer la nueva orden Ejecutiva, el mismo secretario de Estado Antony Blinken afirmó, en un comunicado, que cuando los estadounidenses son detenidos en el extranjero se deberá hacer «cuanto esté a nuestro alcance para asegurar su liberación».
La firma del decreto presidencial también llegó después de la amplia cobertura mediática sobre la detención en Rusia de la jugadora de baloncesto Brittney Griner, acusada de tráfico de droga. Su esposa acusó a Biden de no hacer lo suficiente por ella. La familia de John Matthew Heath preso en Venezuela se quejó de lo mismo.