Cinco muertos y decenas de heridos causó la denominada Operación Limpieza del gobierno de Nicaragua en cinco ciudades del Pacífico. El procedimiento consiste en ataques armados contra la población civil que mantiene bloqueos en las vías, denunció la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos.
“Hay dos muertos en Diriá, dos en Masaya y uno en Catarina”, informó el secretario ejecutivo de la ANPDH, Álvaro Leiva. En el municipio de Diriá, departamento de Granada, las fuerzas combinadas del gobierno, integrada por policías antimotines, parapoliciales y paramilitares, sacaron por la fuerza de sus casas a Almer Morales y Allan Morales (padre e hijo) y fueron ejecutados, afirmó el activista.
En el barrio Camilo Ortega, de la ciudad de Masaya, ese organismo humanitario también reportó otras dos víctimas que aún no han sido identificadas, y otro más en el vecino municipio de Catarina.
Leiva dijo que registran múltiples heridos, entre ellos dos de gravedad: en Catarina, una niña que recibió un disparo en el abdomen y un niño de 13 años de edad en Masaya.
También denunció que la policía y los parapolicías se tomaron a la fuerza el centro hospitalario departamental Masaya y niegan la atención a las víctimas.
Además, mantienen sitiado Masaya por lo que no existe un canal humanitario de evacuación para trasladar a los heridos a Managua, que está a 28 kilómetros de distancia.
“No hay forma de entrar a la ciudad y aquí se trata de salvar vidas porque estamos bajo fuego”, clamó Leiva, que denunció que las fuerzas combinadas, luego de neutralizar por la fuerza de las armas a los manifestantes de las barricadas, realizan un plan de cacería, casa por casa, en busca de opositores para su detención.
“Un grupo del Mecanismo de Seguimiento para Nicaragua de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos se dirige en este momento hacia Masaya para lograr soluciones pacíficas y proteger a la población”, informó a través de Twitter, el obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez.
El gobierno ejecuta la denominada Operación Limpieza que consiste en remover los bloqueos de las vías con palas mecánicas, camiones y trabajadores del Estado, bajo el resguardo de las fuerzas combinadas, que se movilizan a bordo de camionetas todo terreno y fuertemente armados, según los “autoconvocados”.
El gobierno ha acusado de ejercer terrorismo, crear inseguridad y actuar con violencia a “quienes se han propuesto alterar por la vía de hecho” el orden jurídico y constitucional por medio de los bloqueos de vías, donde se ha originado “violencia, tortura y secuestro”.
Al menos con 351 muertos en casi 3 meses, Nicaragua atraviesa la crisis sociopolítica más sangrienta desde la década de 1980, con Ortega también como presidente, de acuerdo con cifras de organismos humanitarios locales.
Las protestas contra el mandatario se iniciaron el 18 de abril, por unas fallidas reformas a la seguridad social y se convirtieron en un reclamo que pide su renuncia después de 11 años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción en su contra.
Entre viernes y sábado policías y paramilitares asediaron a aproximadamente 200 estudiantes atrincherados en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, en un violento asalto en el que hubo 2 jóvenes muertos y 14 heridos.
Una gestión de la Iglesia Católica permitió a los jóvenes salir del templo Divina Misericordia, donde se refugiaron luego de ser tiroteados en la UNAN en el suroeste de Managua.
Grupos de feligreses ayudaron a restaurar el orden en el templo Divina Misericordia.