Unos 10.000 niños menores de cinco años de edad podrían morir en Sudán antes de finales de año debido a los altos niveles de malnutrición y las enfermedades infecciosas que azotan el país tras seis meses de conflicto, advirtieron hoy agencias humanitarias de Naciones Unidas.
La cifra, calculada por la Universidad Johns Hopkins, multiplicaría por 20 el número oficial de niños fallecidos en el conflicto que estalló el 15 de abril, indicó un comunicado conjunto de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
La malnutrición severa afecta a unos 700.000 niños en Sudán, y 100.000 de ellos requieren tratamiento de urgencia, indicó el comunicado.
Estos niños son especialmente vulnerables ante brotes epidémicos que ya se han declarado en el país norafricano, indicó la OMS, señalando que al menos 65 personas han fallecido de cólera, 108 de sarampión, 16 de dengue y 27 de malaria (enfermedad esta última de la que se han confirmado 710.000 casos).
El sistema sanitario sudanés ha sufrido 58 ataques desde el comienzo de las hostilidades entre el ejército y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido, recordaron las agencias de la ONU, quienes indicaron que «mayores obstrucciones significarán cifras inaceptables de mortalidad infantil que podrían evitarse».
Un 70 % de los hospitales en las zonas más afectadas por el conflicto, como la capital Jartum, Darfur o Kordofan del norte y del sur, han interrumpido sus operaciones, y al menos 31 trabajadores sanitarios y pacientes han fallecido en ataques, recordaron OMS y Unicef.
Las dos organizaciones subrayaron que el conflicto ha provocado que Sudán sea el país con mayor número de desplazados internos en el mundo, con 7,1 millones de personas que han abandonado su hogar.