La Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos indicó este viernes que ha recibido denuncias de que ha habido un uso excesivo de la fuerza por parte de los cuerpos de seguridad contra los manifestantes en la última semana de protestas postelectorales en Bolivia.
Los informes sobre excesos policiales incluyen el uso de gases lacrimógenos. “Esto violaría los principios básicos sobre el uso de la fuerza” por parte de cuerpos de seguridad, señaló en rueda de prensa, Ravina Shamdasani, portavoz de la oficina de Derechos Humanos.
La portavoz de la institución que dirige la alta comisionada Michelle Bachelet también recordó a las autoridades bolivianas que el uso de la fuerza frente a manifestantes debe aplicarse solo en circunstancias excepcionales.
Añadió que las denuncias deben ser investigadas de forma rápida, profunda, independiente e imparcial.
También comunicó a los manifestantes que sus quejas deben ser expresadas de manera pacífica, sin recurrir a la violencia.
“Pedimos a todas las partes que ejerzan la contención para reducir las tensiones. Que inicien un diálogo para afrontar sus desacuerdos. De lo contrario hay riesgo de que la situación quede fuera de control”, concluyó.
Fraude electoral
Los participantes en las protestas en Bolivia denuncian un presunto fraude en las elecciones del pasado domingo.
En ellas, presuntamente resultó ganador el presidente Evo Morales frente al líder opositor Carlos Mesa.
Este viernes están convocados paros en ciudades como La Paz, sede del gobierno y el Legislativo, para mostrar el rechazo a los resultados.