La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos condenó este lunes el uso excesivo de la fuerza contra protestantes por la falta de agua. Los protestantes exigen que no se construya un complejo residencial en la reserva biológica La Tigra, en Honduras.
El organismo insta a las autoridades de Honduras a «respetar el derecho a la expresión y a la reunión pacífica de todos, incluyendo los de las personas que rechazan el proyecto». El proyecto está denominado Condado Santa María.
El proyecto se pretende construir en La Tigra, pero los manifestantes indicaron que pone en riesgo el suministro de agua potable de unas 45 comunidades cercanas a la zona. Esta información la rechazó la empresa constructora.
La OACNUDH indicó que las autoridades deben encontrar «una solución pacífica que garantice el derecho a participación. Así como el derecho al agua y a vivir en un ambiente sano».
El órgano expresó su «preocupación por el uso excesivo de gases lacrimógenos y reportes de uso de bala viva por parte de las fuerzas de seguridad» durante el desalojo de los manifestantes. Según ambientalistas, una constructora pretende edificar en La Tigra más de 1.800 viviendas, una treintena de centros comerciales, así como un hotel de montaña.
La Tigra es una reserva forestal cercana a Tegucigalpa, que tributa buena parte del agua que consumen los habitantes de la capital hondureña.
El portavoz de la Secretaría de Seguridad, Jair Meza, aseguró a periodistas que «toda protesta violenta» será dispersada a través de «métodos persuasivos».
Señaló que durante el desalojo de esta mañana, las fuerzas del orden de Honduras «no utilizan armas de fuego, solo usan bombas de gas lacrimógeno. Están autorizadas y bajo el control de los policías»