La Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos condenó este martes el maltrato de las fuerzas policiales a los huelguistas encerrados en la catedral de Managua y la iglesia de San Miguel Arcángel de Masaya, en Nicaragua.
La ONU recordó que la iglesia de Masaya está acordonada desde el 14 de noviembre y la policía ha cortado el suministro eléctrico y de agua.
Allí, 13 personas están encerradas desde la semana pasada para pedir la liberación de 130 detenidos por las protestas que este año ha habido en el país.
“Nos preocupa que otro grupo de opositores fue detenido tras llevarles ayuda humanitaria… y pueda ser acusado de graves delitos por ello”, expresó Rupert Colville, portavoz de la oficina.
Agregó que la policía impide nuevos intentos de acceder a la iglesia para llevar suministros médicos, cuando el sacerdote que está encerrado en ella padece diabetes.
Entre los detenidos, señaló el portavoz, se encuentra la líder estudiantil Amaya Coppens, arrestada durante ocho meses y amnistiada en el pasado mes de junio.
“Derecho a la libre expresión”
Colville también criticó la irrupción de presuntos partidarios del gobierno de Daniel Ortega en la catedral de Managua para intimidar a ocho personas que comenzaron otra huelga de hambre para pedir la liberación de detenidos por las protestas.
“Cualquier persona debería poder ejercer su derecho a la libre expresión y la reunión pacífica sin miedo a ser atacada”, dijo el portavoz
Instó a las autoridades a que se abstengan de intervenir en estos actos de protesta cortándoles el acceso a comida, agua o asistencia médica.