El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) criticó este lunes una orden del ejército israelí, que le pidió vaciar, en un plazo de 24 horas, un almacén médico en el sur de la Franja de Gaza.
«Hoy, la OMS recibió una notificación de las Fuerzas de Defensa de Israel para que retiremos nuestros suministros de nuestro almacén médico en el sur de la Franja de Gaza en un plazo de 24 horas, ya que las operaciones terrestres lo volverán inutilizable», escribió Tedros Adhanom Ghebreyesus en la red social X.
«Hacemos un llamado a Israel para que retire la orden y tome todas las medidas posibles para proteger a los civiles y la infraestructura civil, incluidos hospitales e instalaciones humanitarias», añadió.
Pero el organismo del ministerio de Defensa israelí encargado de asuntos civiles palestinos, COGAT, rechazó la versión de Tedros.
«La verdad es que no le pedimos evacuar las bodegas y lo dejamos claro (incluso por escrito) a los representantes relevantes de la ONU», respondió COGAT en la red social X.
«De una autoridad de la ONU esperaríamos, al menos, que sea más preciso».
Por otro lado, Ahmed Al-Mandhari, el director de la oficina regional de la OMS para el Mediterráneo oriental, subrayó en una rueda de prensa en El Cairo que la agencia de la ONU estaba muy «preocupada por la reanudación de las hostilidades, incluido los bombardeos intensivos en Gaza».
El creciente número de muertos y la crisis humanitaria que azota el estrecho territorio palestino ha generado una ola de indignación en el mundo.
Según la OMS, el número de hospitales operativos ha descendido de 36 a 18 en menos de 60 días.
Tres de ellos sólo prestan primeros auxilios básicos, mientras que los demás ofrecen servicios parciales. En el sur de Gaza, aún hay 12 hospitales operativos, según la OMS.
El Ministerio de Salud de la Franja de Gaza, gobernada por Hamás desde 2007, afirmó este lunes que desde el 7 de octubre, 15.899 personas murieron por los bombardeos israelíes en el territorio palestino.
Israel bombardea el enclave en respuesta al ataque perpetrado por los milicianos islamistas contra su territorio, en el que mataron a cerca de 1.200 personas, civiles en su mayoría, y secuestraron a unas 240, según las autoridades.