El director de la organización Human Rights Watch, HRW, en Israel y los territorios palestinos, Omar Shakir, fue expulsado bajo la acusación de apoyar un boicot a ese país. Es el primer caso de este tipo que afecta a un defensor de derechos humanos.
El estado judío rehusó renovar el visado de Shakir a fines de 2018, y tras una serie de recursos, finalmente el Tribunal Supremo aprobó a principios de noviembre de 2019 su expulsión.
«Hoy es Human Rights Watch, pero mañana serán defensores de derechos israelíes y palestinos. Después serán ciudadanos o estudiantes», advirtió Shakir en referencia a la presión que, aseguró, estos grupos críticos viven en Israel.
Omar Shakir negó las acusaciones
El director de HRW negó la acusación de haber respaldado el boicot y llamó a la comunidad internacional a adoptar un «nuevo enfoque ante el ataque cada vez mayor al movimiento de derechos humanos».
De nacionalidad estadounidense y origen iraquí, Shakir anunció que seguirá trabajando desde Jordania.
«Este caso arroja luz sobre la realidad que afrontamos hoy», dijo. Y consideró que su situación es parte de un contexto de «ocupación sin fin a la vista, marcada por la discriminación institucional, la represión sistemática y los abusos de derechos. Sobre todo contra el pueblo palestino».
Democracia restringida
«No recuerdo ninguna otra democracia que haya bloqueado el acceso a un investigador de HRW», declaró a AFP Kenneth Roth, director de la ONG.
«Esto demuestra el carácter cada vez más restringido de la democracia israelí», añadió. La Unión Europea expresó su oposición a la decisión, y la ONU advirtió en mayo que los activistas por los derechos humanos cada vez tienen menos margen para actuar en Israel.
«Israel, como cualquier país, tiene la potestad de decidir quién tiene el derecho de entrar y trabajar en el interior de sus fronteras», justificó el ministerio de Asuntos Estratégicos, punta de lanza de la campaña israelí contra el BDS.
«Todos los que actúan contra Israel deben saber que no les permitiremos vivir ni trabajar aquí», aseveró el ministro del Interior, Aryeh Deri, que calificó a Shakir como «uno de los dirigentes del movimiento BDS».