La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos calificó este viernes de racistas el comentario del presidente de Estados Unidos Donald Trump sobre El Salvador y Haití, quien los señaló como agujeros de mierda.
«Estos comentarios del presidente de Estados Unidos son sorprendentes y vergonzosos. Lo siento, pero no pueden ser definidos de otra manera que como racistas», afirmó en una rueda de prensa el portavoz de la Oficina, Rupert Colville.
«No se puede rechazar un país entero o un continente como ‘agujeros de mierda’, cuyas poblaciones enteras, que no son blancas, no serán bienvenidas», agregó.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, criticó ayer la llegada de inmigrantes de algunos países como El Salvador y Haití.
El mandatario sugirió entonces que Estados Unidos debería traer a más inmigrantes de países como Noruega, con cuya primera ministra se reunió este miércoles, de acuerdo con el The Washington Post.
«El comentario positivo sobre Noruega subraya el sentimiento (racista) muy claramente», puntualizó el portavoz del Alto Comisionado.
Según Colville, estos comentarios de Trump no son aislados y se enmarcan en un posicionamiento claramente xenófobo del presidente estadounidense.
«Como los anteriores comentarios sobre los mexicanos o los musulmanes, las propuestas políticas contra grupos enteros con base a la nacionalidad, la religión, y su rechazo a condenar claramente las acciones antisemitas y racistas de los supremacistas blancos en Charlottesville, todo esto va contra los valores universales que el mundo tanto ha luchado por establecer desde la Segunda Guerra Mundial», explicó.
Aseguró que la consecuencia más peligrosa de este tipo de lenguaje usado por una importante figura política es el apoyo al racismo y a la xenofobia, lo que destruirá la vida de muchas personas.
Según los medios, Trump hizo los comentarios denigrantes cuando dos senadores le plantearon un proyecto de ley migratorio que otorgaría visados a algunos de los ciudadanos de países que han sido retirados recientemente del programa de Estatus de Protección Temporal (TPS), como El Salvador, Haití, Nicaragua y Sudán.
Colville también se refirió a este aspecto y dijo que la Oficina del Alto Comisionado está muy preocupada por la decisión de acabar con los programas de TPS para los salvadoreños, los haitianos y los nicaragüenses.
Especificó que estas decisiones afectarán a 180.000 salvadoreños, 59.000 haitianos y 5.300 nicaragüenses.