Salvador Rangel Mendoza, obispo de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa (México), sugirió negociar con los narcotraficantes, como él hizo para proteger la vida de sacerdotes, seminaristas y monjas de la entidad, luego del asesinato de dos sacerdotes.
«Si el gobierno dialoga con ellos para simplemente delimitar los territorios, para que no se invadan unos a otros, sería una manera de poder empezar a sembrar un poco de paz en esta tierra», dijo Rangel.
Guerrero es uno de los estados con más violencia en México, como consecuencia del enfrentamiento entre grupos criminales que disputan el movimiento de droga, así lo reseñó Infobae.
El 5 de enero, hombres armados asesinaron a los sacerdotes Germaín Muñiz García e Iván Añorve Jaimes cuando regresaban de la comunidad de Jiliatla, en Taxco.
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