El obispo nicaragüense Silvio Báez, crítico del gobierno del presidente Daniel Ortega, alertó al papa Francisco de que en Nicaragua se están sacrificando seres humanos por dinero.
«Le hice ver al santo padre que este es un pueblo crucificado, que este es un país secuestrado, y que aquí hay poderes fácticos dominados por la mentira, la injusticia, la represión, la ambición, que lastimosamente adoran al dios de la riqueza, al dios dinero; por ello sacrifican seres humanos», contó Báez el miércoles en rueda de prensa.
El obispo hizo esos comentarios al Papa durante un encuentro en el Vaticano la semana pasada, en el que Francisco le informó de su traslado a Roma, mientras revisaban un álbum con 60 fotografías que mostraban los 10 años del nicaragüense como obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua.
Báez indicó que cuando observaba junto con el Papa varias fotos de personas asesinadas durante protestas contra Ortega, el sumo pontífice no le hizo «ni una sola observación, ni un solo reproche, ni una sola corrección». »Lo único que me dijo fue: ‘Esto es lo que yo quiero, esto es lo que yo espero de los obispos».
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha informado de 325 muertos en el marco de la crisis, mientras que organismos nicaragüenses identifican hasta 568 y Ortega reconoce 199.
«Esta es la realidad de Nicaragua, no hay enfrentamientos entre dos grupos, lo que hay es un grupo idolátrico que sacrifica al ser humano y un pueblo crucificado», explicó Báez al Papa.
El obispo, que fue uno de los mediadores del frustrado diálogo nacional que se desarrolló entre mayo y julio de 2018 para superar la crisis, dijo el miércoles que él mismo recibió varias amenazas de muerte, y fue alertado por la Embajada de Estados Unidos en Nicaragua de un complot para asesinarlo.
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