Los muertos en Gaza por los ataques de Israel superan los 16.800 desde el inicio de la guerra, informó este jueves el Ministerio de Sanidad de la Franja, mientras en las últimas horas hubo decenas de muertos por los constantes bombardeos israelíes.
Desde el estallido de la guerra hace dos meses, el 7 de octubre, los fallecidos confirmados en la Franja por los ataques israelíes son 16.827, 70% de ellos mujeres y niños, informó el Ministerio de Sanidad del enclave, controlado por Hamás. Según concretó, el número de heridos supera los 44.000.
Entre los muertos hay 286 miembros del personal médico, que fallecieron por «violaciones israelíes contra el sistema de salud», y decenas de centros sanitarios «han resultado dañados».
Según Sanidad, el martes pasado los fallecidos en un solo día en Gaza llegaron a 414 y hubo casi 800 heridos, «la mitad de ellos de gravedad».
La agencia oficial de noticias palestina Wafa dijo que en las últimas horas «las fuerzas de ocupación israelíes siguen atacando a civiles y sus hogares en varias partes» de Gaza, habiendo dejado «decenas de muertos y heridos».
Entre los muertos hay decenas que perecieron en ataques en la ciudad de Jan Yunis, en el sur, donde Israel centra su ofensiva, que ha entrado en lo que describe como «la tercera fase» de la guerra.
Según Wafa, también se registraron muertos en el barrio de Al Zaytoun de la ciudad de Gaza, y en la urbe céntrica de Deir Balah.
La ofensiva sobre Jan Yunis -considerado un bastión de Hamás- ha provocado la huida de miles de personas hacia la ciudad de Rafah, aún más al sur, donde se acumulan masas de gente.
Se estima que casi 1,9 millones de personas de Gaza han tenido que huir de sus casas. La mayoría huyeron en un inicio del norte y de la urbe de Gaza, y más de 1 millón de ellos huyeron hacia el sur.
Muchos estaban en Jan Yunis, y ahora, tras la reciente incursión israelí, muchos marchan como pueden hacia Rafah, aunque no toda la población civil lo ha podido hacer.
«Los desplazados en Jan Yunis viven en condiciones humanitarias extremadamente difíciles por los continuos ataques, la escasez de materiales y la dificultad de ir hacia la ciudad de Rafah por los ataques a infraestructuras y carreteras, lo que obliga la mayoría de ellos a ir a pie por caminos accidentados», informa Wafa.