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Nuevos bombardeos en Gaza y crecientes temores por pacientes de hospital tomado por Israel

Por AFP
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Israel anunció el sábado la detención de 100 presuntos implicados en actividades «terroristas» durante una operación militar en uno de los principales hospitales de la Franja de Gaza, que acrecentó el temor por los pacientes y el personal atrapados en el establecimiento.

Durante la noche, una nueva andanada de bombardeos israelíes dejaron unos 100 muertos en Gaza, indicó el Ministerio de Salud del territorio palestino gobernado desde 2007 por el movimiento islamista Hamás.

Según el ministerio, al menos 120 pacientes y cinco equipos médicos están atrapados sin agua, comida ni electricidad en el hospital Nasser de Jan Yunis, la principal ciudad del sur de Gaza, donde Israel concentra desde hace semanas su ofensiva.

Los combates en las inmediaciones del hospital — uno de los últimos centros médicos que sigue operativo — provocaron cortes de electricidad y se pararon los generadores.

Debido a ello, seis pacientes murieron por falta de oxígeno, aseguró el Ministerio de Salud, añadiendo que también «hay bebés recién nacidos en riesgo de morir».

Situación en Gaza

El ejército israelí entró el jueves en el hospital alegando que recibió «informaciones creíbles» de que rehenes capturados por Hamás en el ataque del 7 de octubre estuvieron retenidos en el centro y que en el lugar podría haber cadáveres de algunos secuestrados fallecidos en cautiverio.

El sábado, informó que en la operación 100 personas fueron detenidas por sospechas de «actividad terrorista» y que se incautaron armas y se encontraron «medicamentos con los nombres de rehenes israelíes».

Israel acusa a Hamás de operar desde hospitales, algo que niega el movimiento palestino, considerado como una organización «terrorista» por Israel, Estados Unidos y la Unión Europea.

El ataque de Hamás en el sur de Israel el 7 de octubre dejó 1.160 muertos, en su mayoría civiles, según un recuento efectuado por la AFP en base a datos oficiales israelíes.

Los milicianos islamistas capturaron también a 250 personas, 105 de las cuales fueron canjeadas por 240 presos palestinos en Israel en una tregua de una semana a fines de noviembre. Israel afirma que 130 personas permanecieron retenidas y que 30 de ellas murieron.

En respuesta, Israel lanzó una ofensiva en Gaza que ha dejado 28.858 muertos, en su mayoría mujeres y menores, según el ministerio de Salud del gobierno de Hamás.

La ofensiva israelí devastó gran parte de este territorio palestino y obligó a 1,7 millones de personas, casi el 80% de la población, a abandonar sus hogares, según la ONU.

Israel también impuso un asedio «total» que provoca escasez de alimentos, agua y medicamentos en la Franja de Gaza.

Hamás exigen un cese el fuego

La incursión en el hospital Nasser la criticó Naciones Unidas, pero el ejército israelí insiste en que hizo todo lo posible por mantener el suministro eléctrico.

Para el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, la operación parece formar «parte de un patrón de ataques de las fuerzas israelíes contra infraestructuras civiles esenciales para salvar vidas en Gaza, especialmente hospitales».

Un testigo, que pidió no ser identificado por razones de seguridad, indicó a la AFP que las fuerzas israelíes dispararon «contra cualquiera que se moviera dentro del hospital».

Esta semana se celebraron en El Cairo negociaciones de alto nivel para lograr un cese el fuego, sin indicaciones hasta el momento sobre sus resultados.

El jefe de Hamás, Ismail Haniyeh, reiteró la demandas del grupo que incluyen un alto el fuego, la retirada del ejército israelí, el levantamiento del bloqueo y la garantía de un refugio seguro para los desplazados.

«Vamos a morir de hambre»

En el norte de Gaza, después del embate de las tropas israelíes, muchos palestinos luchan contra el hambre y la desesperación los lleva incluso a triturar pienso para animales para hacer harina.

«Vamos a morir de hambre, no por bombas o misiles», afirmó Mohamed Nasar, de 50 años, desde Jabalia, en el norte de Gaza.

La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), que ha advertido que la población de Gaza está al borde de la hambruna, acusó a Israel de lanzar una campaña concertada para destruir a esta organización.

La presión internacional busca también que Israel se abstenga de lanzar una ofensiva contra Rafah, en el extremo sur de la Franja, donde se hacinan 1,4 millones de civiles, en su mayoría desplazados por la guerra.

Varios testigos afirmaron que escucharon explosiones en la madrugada en esa localidad, fronteriza con Egipto.

El presidente estadounidense, Joe Biden, instó al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a abstenerse de atacar Rafah sin un plan para proteger a los civiles.

Netanyahu reafirmó esta semana su intención de lanzar una operación militar potente en sa ciudad. El canciller israelí, Israel Katz, aseguró que su país se coordinará con Egipto antes de pasar a la acción.

El diario The Wall Street Journal informó, , citando a funcionarios egipcios y analistas de seguridad, que Egipto está construyendo un campamento amurallado cerca de la frontera para los palestinos desplazados de Gaza.

En imágenes satelitales obtenidas por la AFP, se ve la construcción de un muro a lo largo de la frontera.

Egipto se ha opuesto reiteradamente a cualquier «desplazamiento forzoso» de la población de Gaza, advirtiendo que esto puede poner en riesgo el tratado de paz con Israel, firmado en 1979.

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