Al menos nueve personas murieron y medio centenar resultaron heridas, según un nuevo balance el miércoles, en un bombardeo ruso contra un restaurante en Kramatorsk, en el este de Ucrania, donde tres colombianos sufrieron lesiones leves, entre ellos el escritor Héctor Abad Faciolince y el excomisionado de paz Sergio Jaramillo.
«Los cadáveres de nueve personas, incluidos tres menores, fueron recuperados de los escombros y 56 personas resultaron heridas, incluido un niño nacido en 2022», dijo el servicio de Emergencias de Ucrania en Telegram.
Las operaciones de rescate continúan, agregó, señalando que siete personas fueron halladas con vida entre los escombros.
El ataque se produjo el martes en el restaurante Ria Pizza, un establecimiento popular entre soldados y periodistas en Kramatorsk, el último gran centro urbano bajo control de Kiev en el este del país.
Según la policía ucraniana, Rusia lanzó dos cohetes tierra-aire S-300 contra la ciudad, que tenía 150.000 habitantes antes de la guerra.
En el ataque resultaron heridos leves tres colombianos: el excomisionado de paz Sergio Jaramillo, el novelista Héctor Abad Faciolince y la rexportera Catalina Gómez, corresponsal de varios medios, entre ellos El Tiempo, informaron los dos primeros en un comunicado difundido en Twitter.
«Solidaridad de América Latina»
Los tres estaban cenando en el restaurante junto a la escritora ucraniana Victoria Amelina, de 37 años de edad, que «se encuentra en estado crítico por una lesión en el cráneo, causada probablemente por los vidrios y las vigas que volaron», señala el texto.
Abad y Jaramillo habían viajado a Ucrania para «expresar la solidaridad de América Latina con el pueblo de Ucrania frente a la bárbara e ilegal invasión rusa».
Abad es un escritor de renombre internacional conocido por la novela «El olvido que seremos», un éxito literario llevado al cine en 2020.
Jaramillo, por su parte, es un político y negociador del acuerdo de paz de 2016 con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Además del restaurante, hubo daños en apartamentos, comercios, vehículos, una oficina postal y otros edificios, según la fiscalía ucraniana.
Una periodista de la AFP vio un importante despliegue de ambulancias, policías y militares, así como numerosos vecinos concentrados frente al restaurante bombardeado.
Un cocinero cubierto de polvo, Roslan, de 32 años, indicó que en el momento del ataque «había bastante gente» en el restaurante y señalándose a sí mismo, agregó: «Tuve suerte».
Situada al oeste de la devastada ciudad de Bajmut, escenario de la batalla más extensa y sangrienta de la guerra, Kramatorsk ha sido golpeada por numerosos bombardeos rusos.
El más mortífero ocurrió en la estación ferroviaria de la ciudad en abril de 2022, dejando 61 muertos y más de 160 heridos pocas semanas después del inicio de la invasión rusa en momentos en que muchos civiles buscaban abandonar la localidad.
Kramatorsk, una importante intersección ferroviaria, es la capital regional de facto desde que las ciudades de Donetsk y Lugansk fueron capturadas en 2014 por separatistas prorrusos apoyados por Moscú.
Prigozhin en Bielorrusia
El ministro ucraniano de Relaciones Exteriores, Dmitro Kuleba, minimizó el miércoles el impacto sobre el conflicto de las divisiones internas evidenciadas en Rusia por la rebelión del grupo paramilitar Wagner y su jefe, Yevgueni Prigozhin, el pasado fin de semana.
«Por desgracia, Prigozhin se rindió muy rápidamente. No hubo tiempo para que este efecto desmoralizador penetrara en las trincheras rusas», declaró Kuleba a CNN en un video divulgado el miércoles.
El líder de Wagner llegó el martes a Bielorrusia, tal y como establecía el acuerdo que puso fin a su motín en Rusia, anunció el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, consideró que es muy temprano para sacar conclusiones del traslado de Prigozhin a Bielorrusia, pero aseguró que la alianza está lista para defender a sus miembros.
«Hemos enviado un mensaje claro a Moscú y a Minsk de que la OTAN está allí para proteger a cada aliado y cada parcela del territorio de la OTAN», sostuvo.
Aún queda por ver el impacto que tendrá la tentativa de sublevación, pero el Kremlin niega que el presidente Vladimir Putin haya salido debilitado de la peor crisis que ha enfrentado en sus dos décadas en el poder.
La rebelión llevó a la sociedad a «consolidarse en torno del presidente», afirmó el Kremlin.
En un intento de afianzar su posición, Putin se reunión con sus fuerzas armadas, a las que agradeció que evitaran una guerra civil causada por el alzamiento del grupo de mercenarios.
«El ejército y el pueblo no estuvieron del lado de los amotinados», sostuvo en una ceremonia en el Kremlin.