La ciudad de Nueva York anunció este miércoles que dará un plazo de 60 días a los migrantes adultos que llevan mucho tiempo en los albergues para encontrar una vivienda alternativa para de esa forma tener espacio para las familias con niños que siguen llegando sin parar desde el año pasado, informó el alcalde Eric Adams.
Adams hizo el anuncio en una conferencia de prensa en la que reiteró que la ciudad no tiene más espacio y que desde que comenzó el flujo migratorio ya han llegado 90.000 personas, de las que 54.000 están bajo cuidado de la ciudad.
Esos 54.000 migrantes son aproximadamente la mitad de las 105.800 personas que la ciudad acoge en sus albergues.
«Les vamos a dar a los solicitantes de asilo (como suele llamarse a los migrantes) un aviso de 60 días para que se preparen a buscar alojamientos alternativos», señaló el alcalde, y precisó: «Nuestros servicios sociales les ayudarán a explorar otras opciones y entrar en contacto con sus redes de amigos y familiares».
De no encontrar un lugar donde vivir en esos 60 días tendrán que comenzar de nuevo el proceso de solicitar plaza en otro albergue.
No hay espacio en Nueva York
El mercado inmobiliario de Nueva York, uno de los más caros del país, no pone las cosas fáciles a los migrantes, especialmente si no tienen trabajo.
«No tenemos más espacio en la ciudad. No puede continuar, no es sostenible y no vamos a fingir lo contrario», insistió Adams, que anunció una campaña para combatir «la desinformación en la frontera», en el sentido de que quieren disuadir a quienes piensen venir a Nueva York esperando una política de puertas abiertas.
En el año transcurrido de crisis migratoria, la ciudad se ha visto obligada a alquilar hoteles y buscar otros alojamientos para los migrantes, adultos solteros y familias con niños, a los que además da comida y garantiza para los niños una plaza en el sistema público escolar.
La semana pasada, más de 2.800 migrantes entraron a los albergues que provee la ciudad.
Nueva York es la única ciudad del país que legalmente tiene la obligación de proveer techo a cualquier persona por una ley aprobada en la década de 1980. Sin embargo, sus capacidades se han visto desbordadas en los 12 últimos meses.