Miles de independentistas acudieron este sábado a una protesta en un ambiente de tensión en Barcelona, España. Esto ocurre dentro del contexto de los disturbios que han sucedido desde el lunes, cuando nueve líderes separatistas fueron condenados a cárcel.
El mismo lugar en el que hubo hechos violentos el viernes en la noche, cientos de personas se concentraron, pues fueron convocadas por la izquierda radical independentista y otros colectivos del movimiento.
Al grito de «¡Somos gente de paz!» y «¡Fuera las fuerzas de ocupación!» los manifestantes repudiaron no solo la condena a sus líderes, sino también la represión de los funcionarios de seguridad.
«Para mí no es violencia los choques con la policía, es autodefensa. He salido a las calles cada día desde el lunes», dijo a la AFP un joven de 20 años de edad, que no quiso dar su nombre.
A cinco días de protestas, la región teme que se desaten nuevos hechos de violencia como los ocurridos desde el martes en la noche. Desde entonces se han evidenciado escenas de guerrilla urbana y duros choques entre proindependentistas y agentes antimotines.
«Hago un llamado a que esta convocatoria se realice de forma cívica, pacífica», declaró Miquel Buch, independentista y responsable regional de Interior.
«Flaco favor» al independentismo
El viernes en la noche miles de manifestantes montaron barricadas ardiendo y lanzaron objetos contra un escaso cordón de policías. Los agentes, por su parte, emplearon balas de goma y espuma, botes de gases lacrimógenos y un camión lanzagua.
Los enfrentamientos se dieron en gran parte del centro de la ciudad, con barricadas ardiendo en muchas esquinas.
Un hito de violencia
Dos años después de la tentativa de secesión de Cataluña de 2017, la violencia marca un punto de inflexión para el movimiento separatista que se jactaba de su naturaleza pacífica.
Estos disturbios se iniciaron el lunes, luego de que el Tribunal Supremo condenó a 9 líderes independentistas a penas de hasta 13 años de cárcel por su papel en el fracasado intento de secesión catalana.
Ese día hubo incidentes en el aeropuerto de El Prat, parcialmente bloqueado por los separatistas, y en las noches siguientes los disturbios se desplazaron al centro de Barcelona.
Casi 600 personas requirieron atención médica a lo largo de estos días. 19 de ellos se encuentran hospitalizados todavía, según fuentes sanitarias.
Por otro lado, el ministro del Interior informó que más de 300 personas han sido detenidas.