Una nueva crisis se desató en el municipio Necoclí, en Colombia, cerca de la frontera con Panamá, por más de 10.000 migrantes que están represados y que buscan llegar al istmo, lo cual ha causado una emergencia hospitalaria en esa localidad, denunció este martes la Defensoría del Pueblo.
«A pesar de que se han tomado decisiones para atender a los migrantes en Necoclí, en la actualidad se estima que son 11.400 los que están represados en ese municipio, lo cual ha causado una emergencia hospitalaria que es necesario atender para garantizar el derecho a la salud tanto de los colombianos como de los extranjeros”, afirmó el defensor del Pueblo, Carlos Camargo, en un comunicado.
Esto se conoce justo después de que las autoridades panameñas advirtieran el lunes que Colombia incumple un acuerdo entre ambos países que fijó en 500 el número de migrantes en tránsito hacia Norteamérica que podían llegar diariamente al país tras cruzar la selva del Darién, la frontera natural entre ambos países.
El convenio, alcanzado el pasado 11 agosto en medio de una crisis migratoria, estableció que durante ese mes Colombia permitiría el paso de 650 migrantes hacia Panamá de martes a sábado, y que la cifra se reduciría a 500 a partir del 1 de septiembre.
La directora del Servicio Nacional de Migración de Panamá, Samira Gozaine, ya había advertido el pasado 26 de agosto que entre 800 y 900 migrantes estaban llegando diariamente a la provincia panameña de Darién, por encima de los 650 pactados con los autoridades colombianas para el mes de agosto, por lo que valoró entonces que el acuerdo se estaba respetando parcialmente.
A finales de julio y principios agosto, Necoclí vivió una crisis porque más de 12.000 migrantes, en su mayoría haitianos, estuvieron represados en ese municipio, primer punto de la travesía por el Darién.
Crisis hospitalaria
Según la Defensoría, el Hospital San Sebastián de Necoclí está colapsado por la alta demanda de la población migrante haitiana y, en la actualidad, no cuenta con suficientes recursos humanos, ni técnicos o de infraestructura para prestar asistencia en todos los casos.
Igualmente alertó que dos migrantes murieron en las últimas semanas por covid-19 esperando una fecha de salida de Necoclí.
Igualmente, agregó la información, buena parte de los migrantes están hospedados en hoteles, hostales y casas arrendadas por días. Aunque hay muchas familias que están acampando en la playa porque no tenían dinero para pagar un hospedaje.
«Además de los sobrecostos y la reventa de tiquetes, los funcionarios de la Regional Urabá-Darién de la Defensoría recibieron información sobre la salida de embarcaciones ilegales a altas horas de la noche, exponiendo a los migrantes al riesgo de naufragio en alta mar o a robos y estafas por parte de los ‘coyotes’ o traficantes de personas», aseguró Camargo.