La historia de las candidaturas presidenciales en Estados Unidos ha sido dominada por hombres, pero a lo largo de los años varias mujeres han desafiado ese statu quo, presentándose como candidatas para ocupar la Casa Blanca. A pesar de que ninguna mujer ha logrado ganar las elecciones presidenciales, las candidaturas de figuras como Hillary Clinton, Kamala Harris y otras han sido hitos significativos en la historia política de Estados Unidos y reflejan el lento pero constante avance hacia una mayor representación femenina en la política de más alto nivel.
Esta noche Kamala Harris busca convertirse en la primera mujer presidenta del país más poderoso del mundo.
1. Victoria Woodhull: la pionera (1872)
Victoria Woodhull es considerada la primera mujer en postularse para la presidencia de Estados Unidos, aunque su candidatura fue más simbólica que viable en ese momento. En 1872, Woodhull, activista por los derechos de las mujeres, sufragista y defensora de los derechos civiles, se postuló por el Partido Igualitario. Tenía solo 34 años de edad, lo que técnicamente la descalificaba, pues la Constitución establece que el presidente debe tener al menos 35 años. Sin embargo, su postulación fue un acto revolucionario y, por más que no ganó ni obtuvo apoyo significativo, marcó un hito en la lucha por la igualdad de género en la política estadounidense.
2. Shirley Chisholm: la primera mujer afroamericana en postularse (1972)
Shirley Chisholm fue la primera mujer afroamericana en postularse para la presidencia de Estados Unidos. En 1972, Chisholm se presentó como candidata del Partido Demócrata, desafiando las expectativas de la época, cuando las mujeres y las personas de color eran enormemente marginadas en la política. Chisholm había sido la primera mujer afroamericana elegida al Congreso en 1968 y usó su plataforma presidencial para abogar por políticas progresistas, como la mejora del acceso a la educación y la atención médica, la creación de un sistema de bienestar social más robusto y el final de la guerra de Vietnam.
Su campaña fue una de resistencia y un símbolo de la lucha por los derechos civiles y las libertades de las mujeres. Aunque no ganó ni obtuvo la nominación, Chisholm dejó una marca indeleble en la historia política de Estados Unidos y se convirtió en un ícono del feminismo y la política inclusiva.
3. Geraldine Ferraro: la primera mujer en ser candidata a vicepresidenta (1984)
Geraldine Ferraro no fue candidata presidencial, pero su candidatura como vicepresidenta en 1984 representó un avance histórico en la representación femenina en la política estadounidense. Ferraro, quien fue parlamentaria por Nueva York, fue seleccionada como la compañera de fórmula de Walter Mondale, candidato presidencial del Partido Demócrata. Aunque Mondale perdió frente a Ronald Reagan en las elecciones de 1984, la candidatura de Ferraro rompió barreras importantes al ser la primera mujer en ser postulada para un cargo presidencial o vicepresidencial por uno de los dos principales partidos políticos de Estados Unidos.
La campaña de Ferraro también marcó un hito en términos de la participación política femenina y fue un paso clave hacia el empoderamiento de las mujeres en las instituciones políticas de Estados Unidos.
4. Hillary Clinton: la candidata histórica (2008 y 2016)
Hillary Clinton es, sin duda, una de las figuras más influyentes en la historia política reciente de EE UU. Fue la primera mujer en la historia del Partido Demócrata en ganar una nominación presidencial. Clinton ya había sido primera dama durante la presidencia de Bill Clinton, y su paso como secretaria de Estado bajo Barack Obama la consolidó como una de las políticas más experimentadas del país.
Clinton se postuló por primera vez en 2008, pero perdió la nominación ante Barack Obama, quien posteriormente la eligió como su secretaria de Estado. En 2016, Clinton volvió a postularse, esta vez ganando la nominación presidencial del Partido Demócrata. Durante esa campaña, hizo historia como la primera mujer en convertirse en candidata presidencial de uno de los dos principales partidos. A pesar de ganar el voto popular, perdió las elecciones ante Donald Trump debido al sistema del Colegio Electoral, un resultado que dejó un legado complejo en la lucha por la representación femenina en la política.
La candidatura de Clinton fue histórica no solo por ser la primera mujer en estar tan cerca de la presidencia, sino también por el significado cultural y político que tuvo. Clinton ha sido una defensora de la justicia social, los derechos de las mujeres y la política exterior, y su campaña en 2016 sigue siendo una referencia en la lucha por la igualdad de género en la política estadounidense.
5. Carly Fiorina: la candidata republicana en 2016
En las elecciones presidenciales de 2016 también hubo una mujer que se postuló por el Partido Republicano: Carly Fiorina. Fiorina, exdirectora ejecutiva de Hewlett-Packard (HP), fue la primera mujer en dirigir una empresa de la lista Fortune 500. A través de su carrera empresarial, Fiorina cultivó una imagen de líder empresarial fuerte y al lanzarse en la carrera presidencial prometió aplicar sus habilidades de gestión empresarial al gobierno federal.
Aunque no logró ganar la nominación republicana, Fiorina se destacó en los debates primarios, donde mostró firmeza, y por criticar la política tradicional de Washington. Su candidatura representó una opción conservadora que atrajo tanto a votantes republicanos como a independientes. Aunque no tuvo éxito en 2016, Fiorina sigue siendo una figura influyente en el Partido Republicano.
6. Kamala Harris: la primera mujer vicepresidenta (2020)
Kamala Harris, actual vicepresidenta de Estados Unidos bajo la administración de Joe Biden, es una de las figuras políticas más importantes en la historia reciente. Aunque Harris no fue candidata presidencial en las elecciones de 2020 (su candidatura fue a la vicepresidencia), su elección como la primera mujer, la primera persona de ascendencia india y la primera afroamericana en ocupar el cargo de vicepresidenta representa un paso monumental hacia la inclusión y la representación femenina en el gobierno.
Harris, antes de ser vicepresidenta, fue senadora por California y fiscal general de ese estado. Su candidatura a la vicepresidencia en 2020 fue significativa tanto para la comunidad afroamericana como para las mujeres en general. Aunque su perfil ha sido polarizado en algunas áreas, Harris sigue siendo una de las figuras más influyentes en la política estadounidense y una figura clave en los debates sobre la justicia social, la inmigración y la igualdad de género.