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Niños venezolanos enfrentan riesgo de depresión después de emigrar a EE UU

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Los niños venezolanos que padecieron hambre y migraron con sus familiares a Estados Unidos tienen un mayor riesgo de sufrir estados depresivos.

Una investigación de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de Boston y de la Escuela de Medicina de la Universidad de Miami, realizada principalmente en Florida, dio como resultado que la mitad de todos los menores pasó hambre regularmente antes de salir del país.

«Tenemos dos años trabajando con la comunidad de inmigrantes venezolanos en Miami», dijo a el Nuevo Herald Christopher Salas-Wright, profesor asociado de la Universidad de Boston.

Salas-Wright participó en la investigación junto a sus colegas Michael Vaugh, Mariana Cohen y Seth Schwartz.

En porcentajes

399 niños entre los 10 y 17 años de edad y con menos de 3 años de haber llegado a Estados Unidos, fueron encuestados en línea entre noviembre de 2018 y julio de 2019 para la elaboración del estudio titulado «Secuelas del hambre en los niños venezolanos antes de Emigrar a Estados Unidos», publicado en el American Journal Preventive Medicine.

49% de los encuestados admitió haber padecido hambre antes de salir de su país, y 24,5% afirmó que solo sintió hambre algunas veces. Otro 24,5% dijo que con frecuencia.

Para 10% de los encuestados, el problema del hambre no desapareció al llegar a Estados Unidos.

Salas-Wright aseguró que la mayoría de los jóvenes no tenía depresión a nivel clínico, pero para los que sí sufrieron hambre la historia era otra.

«Lo que sugiere que experimentar hambre en Venezuela tiene implicaciones para el bienestar psicológico años después de estar en Estados Unidos», dijo.

El académico precisó que 5% de todos los niños venezolanos llegó a padecer niveles de depresión clínica. La proporción entre quienes no padecían hambre es solo de 2%, pero entre los que sí pasaron hambre la tasa es del 8,5%.

«Es decir, cuatro veces mayor… Son números importantes aunque puede ser que no suene tan grande la diferencia», aseguró.

Otros puntos relevantes

Los niños también fueron consultados en torno a su adaptación posinmigración sobre discriminación percibida y acerca de la comunicación con los amigos que continúan en Venezuela.

Los menores que padecieron hambre en Venezuela reportaron un contexto negativo más alto de recepción y discriminación percibida y dijeron que se comunican con menor frecuencia con sus amigos a través de chats o redes sociales.

El informe concluyó que los menores que han emigrado a Estados Unidos después de experimentar hambruna son  más  vulnerables a psicosociales negativos, incluso cuando su bienestar ha mejorado.

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