Los niños en Gaza están muriendo de desnutrición y deshidratación, mientras los alimentos y el agua potable esperan en los camiones sin poder acceder al territorio palestino, denunció este lunes el jefe de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (Unrwa), Philippe Lazzarini.
«Los niveles catastróficos de hambre en toda la Franja de Gaza son el resultado de la acción humana», dijo en la primera reunión presencial que mantiene la Comisión Asesora del organismo desde que empezó la guerra en Gaza, el pasado 7 de octubre.
Como lo han denunciado otras entidades humanitarias, el responsable sostuvo que la ruptura del orden civil ha dado lugar a un saqueo y a un contrabando desenfrenados que impiden la entrega de la ayuda humanitaria que se necesita desesperadamente, mientras los gazatíes se aferran a la vida.
En la reunión de dos días, que hoy empezó en la sede de Naciones Unidas en Ginebra, Lazzarini pidió no olvidar que otra tragedia se vive en Cisjordania, donde medio millar de palestinos han muerto en el mismo periodo.
«Los ataques diarios de los colonos israelíes, las incursiones militares y la destrucción de viviendas e infraestructuras críticas forman parte de un sistema bien rodado de segregación y opresión», denunció.
También se refirió a la intensificación de los enfrentamientos en la frontera entre Israel y Líbano, donde existe el riesgo de «una guerra total».
La Unrwa, considerada como el pilar central de la ayuda humanitaria en Gaza, Cisjordania, así como entre los millones de refugiados palestinos que viven en Líbano, Siria y Jordania, se encuentra en una situación financiera muy delicada, a pesar de que sus principales donantes han reanudado sus contribuciones.
Estas fueron recortadas durante algún tiempo por las acusaciones de Israel de que el organismo era de algún modo cómplice de Hamás, lo que quedó desmentido por investigaciones imparciales realizadas desde fuera de la Unrwa.
No obstante, Lazzarini sostuvo que el organismo sufre de una falta aguda de recursos para cumplir con su misión y que su capacidad para operar más allá del próximo agosto «dependerá de los Estados de desembolsar los fondos planeados y de financiar más su presupuesto central».
Se estima que la Unrwa requiere 1.200 millones de dólares para seguir cubriendo las necesidades humanitarias vitales de las víctimas civiles de esta guerra hasta fin de año. De ese importe, actualmente cuenta solo con 18%.
Sus operaciones en Siria, Líbano y Jordania han recibido apenas 20% de lo que necesitan.