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Ni aviones, ni cohetes: regresa la tranquilidad a Gaza e Israel

por Avatar AFP

Ni aviones de combate en el cielo ni alertas de cohetes. La tranquilidad regresó este viernes por la mañana a la Franja de Gaza y a Israel tras la entrada en vigor de un alto el fuego que puso fin a 11 días de sangrientos enfrentamientos.

Desde que empezó a aplicarse la tregua, este viernes a las 02H00 -jueves a las 23H00 GMT-, miles de palestinos festejaron el fin de los bombardeos israelíes en las calles de Gaza. Unas manifestaciones de júbilo que también se observaron en varias ciudades de Cisjordania y Jerusalén Este, ocupados.

«Es la euforia de la victoria», dijo Jalil al Haya, número dos del buró político de Hamás en la Franja de Gaza, durante un discurso ante manifestantes alborozados. Prometió además «reconstruir» las casas destruidas por los bombardeos israelíes.

Desde las «02H00, no se detectó ningún disparo y los aviones [del ejército] volvieron a sus bases», indicó el ejército israelí.

Este acuerdo fue posible gracias a la mediación de Egipto, una potencia regional que mantiene relaciones tanto con Israel como con Hamás, un movimiento considerado «terrorista» por el Estado hebreo, la Unión Europea y Estados Unidos.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, agradeció a Egipto el papel desempeñado en el alto el fuego, que calificó de «oportunidad genuina para avanzar» hacia la paz entre israelíes y palestinos.

«Creo que los palestinos y los israelíes merecen vivir con seguridad y disfrutar del mismo nivel de libertad, prosperidad y democracia«, dijo Biden desde la Casa Blanca.

Su secretario de Estado, Antony Blinken, visitará «en los próximos días» Oriente Medio, donde se reunirá con sus homólogos «israelíes, palestinos y regionales», informó el departamento de Estado.

Por su parte, la Unión Europea se congratuló por el anuncio y recordó que «la situación en la Franja de Gaza ha sido insostenible durante mucho tiempo», en tanto Alemania, que también aplaudió la iniciativa, advirtió que ahora se deberá «abordar las causas profundas del conflicto» para «encontrar una solución» en Medio Oriente.

Los bombardeos aéreos y los tiros de artillería en el enclave palestino causaron en 11 días la muerte de al menos 232 palestinos, incluyendo 65 menores y combatientes, y 1.900 heridos, según las autoridades gazatíes. En Israel, los cohetes palestinos mataron a 12 personas, entre ellas un niño, una adolescente y un soldado, e hirieron a otras 355, según la policía.

«Sin condiciones»

El alto el fuego fue anunciado tras una reunión del gabinete de seguridad israelí, dirigida por el primer ministro, Benjamin Netanyahu, que «aceptó por unanimidad» la iniciativa egipcia «de alto el fuego bilateral sin condiciones».

Hamás y la Yihad Islámica -otro grupo armado palestino en Gaza- confirmaron el acuerdo de tregua, alcanzado por la mediación de «los hermanos egipcios».

«La resistencia palestina respetará este acuerdo siempre que la ocupación [como Hamás llama a Israel] lo respete», indicó Hamás.

Hamás comenzó las hostilidades el 10 de mayo disparando cohetes contra Israel en «solidaridad» con los cientos de palestinos heridos en enfrentamientos con la policía israelí en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, el tercer lugar más sagrado del islam. Los choques derivaron de las protestas contra la expulsión de varias familias palestinas, en beneficio de colonos israelíes, en un barrio de la Ciudad Santa.

Después de los ataques con cohetes, Israel lanzó una operación para «reducir» las capacidades militares de Hamás, con múltiples ataques aéreos contra el microterritorio de dos millones de habitantes bajo bloqueo israelí desde hace casi 15 años.

«No hay que ser ingenuos»

El ejército anunció que había matado a «25 responsables de Hamás» en sus bombardeos y que destruyó más de 100 km de túneles y decenas de edificios que, según las fuerzas armadas, Hamás utilizaba «para sus actividades terroristas».

Según el ejército, Hamás y la Yihad Islámica lanzaron más de 4.300 cohetes hacia Israel, y más del 90% de estos fueron interceptados por el escudo antimisiles israelí.

En Sederot, una ciudad israelí fronteriza con Gaza, el anuncio del alto el fuego fue recibido con escepticismo.

«El problema es que Hamás no se atendrá, no hay que ser ingenuos», declaró en la radio pública el alcalde del municipio, Alon Davidi, que defiende que el ejército prolongue su operación para evitar que los enfrentamientos se reanuden en un futuro.

Delegaciones egipcias

Después de tres guerras en una década, Hamás e Israel acordaron en 2018 una tregua para estabilizar y desarrollar Gaza, un territorio con infraestructuras pésimas y mucho desempleo, gracias a una mediación de la ONU, Egipto y Catar, un emirato del Golfo cercano al movimiento de los Hermanos Musulmanes, del que procede Hamás.

Entre bastidores, estos tres actores intensificaron las negociaciones el jueves para alcanzar el acuerdo de tregua.

«Dos delegaciones egipcias serán enviadas a Tel Aviv y los Territorios Palestinos para vigilar la aplicación (del alto el fuego) y el proceso para mantener condiciones estables de forma permanente», informaron fuentes diplomáticas egipcias.

A pesar de la tregua, preocupa lo que pueda pasar en Cisjordania, donde los enfrentamientos entre palestinos y las fuerzas de seguridad dejaron más de 25 muertos palestinos en 11 días, el peor saldo en años en este territorio.