El líder opositor ruso Alexéi Navalny fue enviado este lunes a la celda de castigo supuestamente por insultar a un funcionario de prisiones poco después de cumplir 1.000 días de cárcel.
«Estoy de vuelta en la celda de castigo. Doce días. El motivo es el informe del alférez de la prisión, quien muy misteriosamente escribió con puntos suspensivos: al sacar al condenado Navalny de la cámara para recibir un colchón, me humilló al decir que yo soy…», escribió Navalny en su canal de Telegram.
Pese a los puntos suspensivos, en el mensaje -que incluye la primera y última letra de la palabra malsonante- se puede interpretar que Navalny insultó al funcionario, que informó a sus superiores del incidente.
De esta forma, el opositor sumará 236 días en celdas de castigo desde que regresara en 2021 a Rusia tras ser envenenado en Siberia a mediados de 2020 por orden del presidente ruso, Vladímir Putin, según Navalny.
Recientemente, el líder opositor, condenado en total a unos 30 años de cárcel, cumplió 1.000 días entre rejas, según recordaron sus correligionarios en Telegram.
Tres abogados que defienden o representaron a Navalny en el pasado fueron detenidos recientemente bajo la acusación de extremismo.
«Lo veis perfectamente. Son perseguidos por ayudar a su cliente, destruyendo en sus personas los últimos restos del derecho a la defensa», denunció.
Navalny, de 47 años de edad y que ya cumplía una condena de 9 años de cárcel por supuesta estafa, fue condenado en agosto pasado a otros 19 años de prisión por crear una organización extremista, en alusión el Fondo de Lucha contra la Corrupción, que denunciaba el enriquecimiento ilícito de los altos funcionarios, incluido Putin, al que acusó en 2021 de tener un suntuoso palacio a orillas del mar Negro.