Kristine Elizabeth y su ahora ex esposo Michael Barnett iniciaron en 2010 el procedimiento para adoptar a una niña ucraniana de 8 años de edad, de nombre Natalia.
La pareja, originaria de Indiana, ya tenía tres hijos biológicos, pero quería ofrecerle una estabilidad social y emocional a la menor. En 2012, la ilusión se convirtió en una pesadilla, reseñó Infobae.
Kristine aseguró que la niña en realidad tenía más edad de lo que aparentaba y que el dato indicado en la partida de nacimiento que le fue entregada al momento de la adopción no era real. Habría sido falsificado por sus responsables en Ucrania para facilitar la adopción, pues asegura que Natalia padece de enanismo.
En 2013 la familia tomó la decisión de mudarse a Canadá sin Natalia, y antes de hacerlo notificó legalmente que su hija adoptiva tenía 22 años de edad.
La familia dejó a Natalia a su suerte en Indiana, en un apartamento que le alquilaron. En ese entonces, según la policía, tenía 10 años.
Pasaron más de cinco años de investigación y el pasado miércoles a Kristine y a Michael las autoridades los acusaron de negligencia por abandonar a la menor.
Ambos negaron rotundamente la acusación y Kristine aseguró que la defraudaron.
«Estoy triste y devastada por los cargos presentados, y sigo manteniendo que son cargos falsos. Familiares y amigos, ustedes deciden si lo que están leyendo es real o falso. Vine hasta aquí para confirmar que no me detuvieron y mi abogado me aseguró que no hay orden de arresto», escribió Kristine en su cuenta de Facebook.
Recientemente, la acusada mostró como prueba un informe médico realizado por un doctor de Indiana University Health, que determinó que la edad de la hija adoptiva es inexacta.
Esto puso en debate los estudios de la policía.
La madre se sustentó en los registros dentales de Natalia, en su desarrollo sexual adulto y en su ciclo menstrual.
También le diagnosticó un trastorno de personalidad y aseguró que la paciente reconoció en 2011 que tenía la mayoría de edad y que estaba consciente del fraude.
En 2014 las autoridades estuvieron al tanto de la situación, un año después de que la pareja se había establecido en Canadá con sus tres hijos biológicos, indicó el medio.
Los oficiales se presentaron en el departamento donde estaba la inquilina por quejas surgidas por el incumplimiento del pago correspondiente al alquiler.
Allí encontraron a la entonces adolescente e iniciaron las investigaciones.
Kristine dijo en una entrevista ofrecida a DailyMailTV que un día iba a darle un baño a Natalia y se dio cuenta de que había sido víctima de un fraude.
«Le estaba dando el baño y me di cuenta de que tenía vello púbico. Me quedé en shock. Era muy evidente que no tenía esa edad», manifestó.
Entonces los padres decidieron llevar a su hija adoptiva a médicos expertos para practicarle los exámenes que determinaran la edad real y todos los informes concluyeron que Natalia tenía más edad.
«Natalia era una mujer. Tenía la regla. Dientes de adulto. Nunca creció ni una pulgada, algo que puede ocurrir incluso con niños con enanismo. Todos los doctores confirmaron que padecía enfermedades psicológicas graves que solo se diagnostican en adultos», aseguró.
La mujer también afirmó que su hija adoptiva sufría una psicopatía, que asustó a la familia e incluso le impidió dormir por las noches.
“Ella pintó dibujos en los que decía que quería matarnos. No podíamos dormir y tuvimos que esconder todos los objetos punzantes», detalló.
Kristine recordó que en una oportunidad vio cuando Natalia le puso algún químico a su café y al cuestionarla le dijo que intentaba envenenarla.
La menor, reseñó Infobae, comenzó en 2011 a escuchar voces y a pintar también los espejos con sangre.
Un tiempo después, sus padres adoptivos la llevaron a un centro psiquiátrico, en donde el terapeuta les informó que Natalia le confesó que no era una niña.
El personal médico del Hospital Larue Carter, en Indianápolis, expuso que la paciente admitió en consulta que intentó asesinar a su familia.
Kristine mantuvo la posición de que las únicas y verdaderas víctimas por esta situación son ella y su familia, reseñó el diario Clarín.
Alegó que durante años estuvieron bajo amenazas por la misteriosa joven, que hasta los amenazó con apuñalarlos.