El guerrillero colombiano Jhon Fredy Cortés Buriticá, alias Culebrito y mano derecha Gustavo Aníbal Giraldo, alias Pablito y uno de los principales líderes del ELN, murió en una operación militar ejecutada en el departamento de Norte de Santander, fronterizo con Venezuela.
Así lo informó este sábado el presidente Iván Duque quien aseguró que el guerrillero murió en una operación contundente contra la mafia, el terrorismo y el delito.
«Ha sido dado de baja alias ‘Dumar’ o alias ‘Culebrito’, la mano derecha de alias ‘Pablito’, cabecilla militar del ELN y comandante del frente Efraín Pabón Pabón y encargado también del frente Domingo Laín Sáenz», aseguró el mandatario.
Explicó que Cortés Buriticá era autor de secuestros, de actos terroristas y asesinatos de líderes sociales y participó en la planificación y ejecución del atentado contra la Escuela de Cadetes de la Policía en Bogotá, que en enero del año pasado dejó 22 muertos y 66 heridos.
El Ministerio de Defensa por su parte dijo que el guerrillero abatido aparecía en el volante de los más buscados en el departamento de Arauca, también fronterizo con Venezuela, que fue presentado por el jefe de la cartera, Carlos Holmes Trujillo, en enero pasado.
«Contundente resultado en Norte de Santander de las Fuerzas Militares con apoyo de la Fiscalía con la muerte en operación militar de alias ‘Culebrito’. Felicitaciones por el golpe contra un hombre cercano a alias ‘Pablito'», dijo el ministro en Twitter.
Pablito, uno de los líderes más sanguinarios de la guerrilla, hace parte del Comando Central del ELN junto a Nicolás Rodríguez Bautista, alias Gabino; Eliécer Herlinton Chamorro, alias Antonio García; Israel Ramírez Pineda, alias Pablo Beltrán, y Rafael Sierra Granados, alias Ramiro Vargas.
El ELN inició en febrero de 2017 en Quito unas negociaciones de paz con el anterior gobierno colombiano que en mayo de 2018 fueron trasladadas a La Habana.
Sin embargo, la guerrilla perpetró en enero de 2019 un atentado contra la Escuela de Cadetes de la Policía en Bogotá, lo que materializó la ruptura de las ya estancadas negociaciones y llevó al presidente Iván Duque a reactivar las órdenes de captura contra los negociadores del ELN y a pedir a Cuba que los entregara.