Cientos de personas acudieron este domingo al funeral de Shani Louk, la rehén alemana-israelí que murió en los ataques de Hamás del 7 de octubre y cuyo cuerpo fue recuperado por el Ejército israelí este jueves en Rafah, en el sur de Gaza.
El padre de Louk había solicitado al público acudir al servicio, que tuvo lugar en la localidad israelí de Li On.
«Nuestros líderes cometen los mismos errores una y otra vez», dijo su padre en un discurso recogido por el medio israelí The Times of Israel. «Si siguen cometiendo los mismos errores de las últimas décadas, es probable que perdamos nuestro país», aseguró.
Las imágenes de la rehén alemana-israelí, de 22 años, en una camioneta dirigida por milicianos de Hamás durante la masacre del 7 de octubre dieron la vuelta al mundo. El 30 de octubre, el Ministerio de Exteriores de Israel confirmó su muerte, tras encontrarse una parte del cuerpo de la joven.
La joven se encontraba de fiesta en el festival de música Nova, que fue atacado por el grupo islamista y en el que murieron unas 360 personas.
Junto a su cuerpo, Israel recuperó también los cadáveres de Amit Buskila, de 28 años; y el de Itzhak Gelerenter, de 57 años, todos secuestrados ya sin vida en el festival.
Secuestrados por el Hamás
El sábado Israel anunció también que había recuperado el cuerpo de Ron Benjamin, de 53 años; que fue asesinado por milicianos el 7 de octubre cerca de Mefalsim, y cuyo cadáver había permanecido hasta ahora en Gaza.
Al menos 128 personas continúan cautivas en Gaza, de los que según Israel una treintena estarían muertos. Hamás duplica esta estimación tras 226 días de guerra con intensos bombardeos israelíes, colapso sanitario y escasez tanto de agua como de alimentos.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, insiste en que solo la presión militar hará que Hamás libere a los rehenes. Pero son muchos, incluidos familiares de los secuestrados, quienes le piden que acepte un acuerdo de tregua negociado con Hamás. Se haría a través de mediadores de Qatar, Estados Unidos y Egipto.
La guerra de Israel en Gaza ya ha causado la muerte a más de 35.400 palestinos, según el Ministerio de Sanidad del enclave.